¿Por qué escuchamos a nuestros alumnos hablar de compañeros larvas, amigos que hacen monerías y pares que se comportan como potus? Recurrir a los animales y las plantas para describir a las personas, explicar su comportamiento, carácter y relaciones no es nada nuevo. La transferencia de significados del mundo animal y vegetal al humano es sumamente productiva (Kövecses, 2010) y parece ser universal, lo cual ha despertado un interés particular entre los cognitivistas (Lakoff y Turner, 1989; Kövecses, 2010). Existen pocos estudios que aborden el habla de los adolescentes de Córdoba, y es por eso que consideramos de interés este grupo etario, con el que hemos trabajado anteriormente (Drewniak 2013), y con el cual tenemos contacto diario como docentes en escuelas de nivel medio. En este estudio exploratorio intentamos rastrear en el lenguaje compartido por los jóvenes formas de tratamiento novedosas que conviven con expresiones ya existentes.
