Psicoanálisis del cuerpo que trabaja

Córdoba

Congreso; Congreso de Psicología ?Ciencia y Profesión?; 2011

Facultad de Psicología de la UNC

Partimos de considerar el lugar preponderante del cuerpo en cualquier proceso de trabajo, en tanto los procesos de transformación de lo real que presupone la actividad laboral, implican de manera directa al cuerpo que lo realiza. Este proceso implica necesariamente la operación de un conjunto de saberes provenientes del exterior del cuerpo del sujeto, en tanto el ser humano participa en el mundo mediante los saberes trasmitidos por la cultura, por lo que son saberes que tienen un origen externo al cuerpo que los soporta y opera transformándolos a su vez en dicha operación. El organismo humano posee la posibilidad de aprendizaje en la medida en que el mismo es un territorio apto para ser colonizado por la cultura. Partiendo de los postulados del psicoanálisis francés, decimos que el dominio del acto supone un saber que tiene estructura significante, por lo que el cuerpo entonces, deviene un lugar de operación de un saber inicialmente extranjero, y la subjetividad es producida mediante la sujeción del sujeto al lazo social del discurso. Partimos de considerar la dimensión significante del acto del cuerpo que trabaja, desde una doble perspectiva: en primer lugar es significante en la medida en que se inscribe en la lógica social del discurso, por lo que necesariamente tiene una dimensión semiótica, donde el acto cobra sentido social y también subjetivo, en la medida en el que sujeto se inscribe discursivamente en la dimensión social. En segundo lugar, es significante en la medida en que partimos de considerar al propio acto de trabajo, estructurado lingüísticamente en la medida en que el dominio significante se efectúa en el cuerpo captando lo biológico de su funcionamiento en la dinámica secuencial propia del significante Entonces, es en los procesos de trabajo donde podemos intentar realizar un psicoanálisis del cuerpo que trabaja, que no es sino enunciar la posibilidad de conceptualizar un saber que no se manifiesta de manera transparente, en la medida en que ?habla? en el dominio del ?acto?, utilizando el mecanismo del lenguaje. Este saber necesariamente se invisibiliza en el sentido del habla, para visibilizarse en lo imaginario de la percepción del acto de trabajo, y articulándose socialmente de maneras diversas en operaciones articuladas y coordinadas. Entonces, podemos pensar y proponer, que el dominio del saber del cuerpo es un dominio individual puro de la operación de subjetividad, en la medida en que el acto inscribe al cuerpo que lo ejecuta en el dominio del discurso social, y del que toma un universo contradictorio de sentidos y significaciones. Proponer un psicoanálisis del cuerpo que trabaja entonces, es inscribir el dominio del discurso acerca del cuerpo y del trabajo, en una línea de lectura como síntoma de la compleja relación de significación en la medida en que se juegan las dimensiones del goce del cuerpo en los procesos de trabajo.