Herramientas normativas, políticas y sociales que faciliten la promoción de la ética y la lucha contra la corrupción"

Mendoza

Congreso; 7º Congreso Argentino de Administración Pública; 2013

Jefatura de Gabinete de Ministros-AAEAP (Administración Argentina de Estudios de Adm. Pública) AAG (Asociación de Administradores Gubernamentales)

Nuestro país, como expresamos anteriormente, no es ajeno al contexto internacional que viven otras democracias en el mundo.Desde Turquía a España, desde Estados Unidos al mundo árabe, desde China a Brasil, la rebelión ciudadana de los que salen a la calle a denunciar corrupción, atraviesa diferentes geografías, historias y culturas del planeta.En Brasil, en la eurozona, en Turquía, en Indonesia, en Bulgaria, se desarrollaron estos "nuevos movimientos sociales", en los que habría que incluir a los "indignados" españoles, los Occupy de Londres y Nueva York, y los "piratas alemanes".También merecen mencionarse los movimientos que se inscriben en la "primavera árabe", en donde una ola de protestas comenzó en diciembre de 2010 en Túnez y se extendió a Argelia, Siria, Jordania, Egipto, Yemen y otros países de Medio Oriente. Un proceso que más tarde recibió el nombre de "invierno islamista".Todas estas expresiones de los distintos habitantes apuntan a la corrupción y reflejan un elevado grado de insatisfacción e incertidumbre de los mismos.Por otra parte, muchos pensadores expresan hoy que ?la soberanía del individuo ha suplantado la soberanía del pueblo?. Una soberanía individual que puso en primer plano el ejercicio de los derechos individuales. Afirman que hoy la ciudadanía "se organiza, sobre todo, en torno al principio de desconfianza". ¿Obedecerá esta reacción de los ciudadanos a acciones u omisiones por parte de los gobiernos? ¿Serán fruto, estas protestas, de cambios y nuevas maneras de ser, pensar y vivir la vida por parte de los habitantes?Consideramos que el estado debe restablecer la confianza de los ciudadanos, adaptándose a las realidades históricas y culturales del país. Por ello, al comenzar el presente trabajo, propiciamos reforzar la transparencia y la responsabilidad en el ejercicio de nuestras funciones, en el marco de la ética gubernamental y la moral. Asimismo, en el desarrollo del trabajo analizamos conceptos acerca de corrupción, cómo se manifiesta y sus consecuencias, así como qué mecanismos de control han desplegadlo el Estado Nacional y el de la Provincia de Córdoba para detectar y prevenir la corrupción en un ámbito de transparencia y responsabilidad que se debe alcanzar. También analizamos, aunque parcialmente, la legislación que rige tanto para el desempeño de las funciones en el Sector Público como en las figuras delictivas en que pueden caer los responsables, así como en las sanciones que los mismos pueden sufrir.Destacamos que, así como en el Sector Privado, en la Administración Pública los corruptos siempre encuentran nuevas maneras de delinquir, por lo que recomendamos que los Gobiernos recepten las inquietudes de sus organismos de control con el objetivo de mantener un permanente proceso de actualización de las tareas de nuestros funcionarios, con un adecuado marco administrativo, de control, detección y sanción de los actos de corrupción, lo que conlleva una actualización frecuente de la legislación vigente en materia administrativa y penal. Esta actualización, su vez, deberá contemplar no sólo cambios en las operativas que rigen en la Administración, sino también en la cultura y necesidades de los ciudadanos. Destacamos finalmente que consideramos imprescindible un cambio en la cultura de los ciudadanos en general y de los funcionarios de la Administración en particular, que asigne fundamental importancia al obrar ético de los individuos, dentro de los principios que reconocen la moral y las buenas costumbres. Si bien reconocemos que el proceso a iniciar podrá ver sus frutos luego transcurridos varios años de trabajo en la escuela, a partir de que el mismo se inicie, lo consideramos un desafío ineludible con miras al país que soñamos para el futuro.Es por ello que si permitimos que la corrupción siga avanzando, si no nos tomamos un tiempo para reflexionar sobre lo que debemos cambiar y las formas de ponerlo en ejecución, el deterioro va a ser irreparable.La transformación es un desafío que requiere de cada uno de nosotros y de los gobiernos del mundo.Se debe asumir el desafío y empezar por dar el ejemplo de transformación dentro de cada uno de nosotros, en nuestro trabajo, de la función pública o dentro de la empresa en que nos desempeñemos.