En la mayoría de los países del mundo pero claramente en los países menos industrializados, el gobierno electrónico es un proyecto en proceso de instalación. Aún así, sin embargo, este proyecto avanza a distintas velocidades y con diferente intensidad según se trate, por ejemplo, de: (1) desarrollar la infraestructura (en general) y el ?back-office?, o sea las tareas que no se hacen de cara al público (especialmente en el propio sector público), (2) aumentar la alfabetización y el acceso digital, (3) mejorar el servicio al ciudadano (a través de herramientas informáticas que mejoran el ?front-office?, o sea las tareas de cara al público, pero también a través de diversos instrumentos informáticos que le ayudan al ciudadano a asistirse por sí mismo), y (4) mejorar el servicio a las organizaciones.
En este artículo, a través del estudio de los casos de los municipios de San Fernando y Morón en la Provincia de Buenos Aires y él de la Ciudad de Córdoba, se analiza el grado de difusión del gobierno electrónico en aspectos referidos a la primera, la tercera y la cuarta dimensión mencionadas en el párrafo anterior.