PINO MIRIAN JOSEFA
Congresos y reuniones científicas
Título:
La ficción pos apocalíptica en Azote de Néstor Ponce
Lugar:
Rosario
Reunión:
Jornada; Jornadas de Espacio, Memoria e Identidad; 2011
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Rosario
Resumen:

Néstor Ponce se ubica en los bordes  del canon noir argentino sin embargo tanto en Las bestias de las diagonales (1998) y Azote (2008) la criminalidad y el relato policíaco diseñan un diálogo con la nación a través de dos momentos históricos: fines del Siglo XIX y el Siglo XXI, respectivamente. Su laboratorio creador insiste en buscar en el pasado cierto proyecto de nación que implica un mundo violento, post apocalíptico que no niega la Historia sino que la asume para cuestionarla desde un futuro imaginado.

            Los sucesivos capítulos de Azote[1] evidencian la historia de dos hombres que llegan en diferentes momentos a Argentina, más precisamente La Plata, luego de un desastre social sin precedentes en donde reinan los parias urbanos y un gobierno totalitario que produjo la destrucción. La debacle producida en el año 2018 muestra elementos de una narrativa que situada en el futuro produce memoria. Ambos son padre e hijo, el anciano y Jordi/Daniel quienes se desvincularon veinticuatro años antes en Europa. El primero padeció el exilio y regresa a su patria, el segundo vive en Barcelona y llega al país como publicista.

              Si bien podemos constelar  un conjunto de capítulos dedicados a lo que denomino semiótica del cuerpo donde se relata las peripecias del anciano, que luego sabemos que es el padre de Jordi/Daniel, y su amigo Juan Manuel de Armando, ambos relatos se conjugan al final, en ?cuerpo azotado? para articular y cerrar el texto a través de la deconstrucción del pasado, con lo cual quedan develados los enigmas de identidad del anciano, del joven Jordi y del tag en tanto dispositivo de resistencia frente al gobierno autoritario.

              El estudioso búlgaro Venko Kanev ha definido a la novela de Ponce como apocalíptica y la articula con la debacle mundial luego de la caída del muro de Berlín; no menos cierto es que al comienzo del primer capítulo  los lectores comenzamos a avizorar que del estallido social situado en el año 2018 todavía se perciben los remanentes, una sensibilidad y una ciudad que son restos del gran crisis no solo argentina sino también mundial, expresa Jordi:

En tanto el planeta iba de peor en peor. Casi no había vuelos internacionales y los pasajes alcanzaban valores inalcanzables (?). Al parecer África ardía, de Asia quedaba poco y nada, (?) Argentina se iba desfigurando del mapa hasta tomar la forma de una mueca caprichosa. (Ponce: 16).

Un orden mundial ha culminado, solo queda los recuerdos de los dos protagonistas de ambas historias unidos por la línea invisible que tenderá Azote.