CORREA SILVIA G
Capítulos de libros
Título:
Capítulo 19-Hipersensibilidad Tipo II y Tipo III
Autor/es:
CORREA, SILVIA GRACIELA Y SOTOMAYOR CLAUDIA ELENA; LENIN PAVON, EUGENIA GARCÉS
Libro:
Inmunología molecular, celular y traslacional
Editorial:
Wolters Kluwer
Referencias:
Lugar: México; Año: 2015;
Resumen:
La respuesta inmunológica es el resultado de la acción coordinada de numerosas células y moléculas. Una respuesta excesiva se denomina hipersensibilidad o alergia y puede deberse a distintos mecanismos. En la década de 1960 se propuso la clasificación de estas respuestas en cuatro grupos: I, II, III y IV. Las reacciones de hipersensibilidad tipo II están mediadas por anticuerpos (Acs) de los isotipos IgG o IgM que reconocen antígenos (Ags) presentes en las superficies celulares o tejidos del propio individuo (autoantígenos), de otro individuo (aloantígenos) o bien Ags extraños, como ciertos fármacos. Cuando el Ac se une a su Ag específico, la porción Fc experimenta cambios conformacionales que promueven la interacción con componentes del complemento. Así se inicia la activación de este sistema de proteínas del suero que provoca el ensamblado de fragmentos de proteólisis en una estructura macromolecular llamada complejo de ataque a la membrana (CAM), capaz de la disrupción de la membrana de la célula blanco. Si el isotipo de Ac no activa el complemento, se puede unir a receptores de la cadena pesada γ (FcγR) presentes en células fagocíticas que los remueven de la circulación. Esto ocurre en las anemias hemolíticas y las trombocitopenias inmunes. Otro mecanismo involucrado es la citotoxicidad dependiente de anticuerpos (CCDA) por el cual, células con potencial citotóxico e inflamatorio que expresan FcγR, interaccionan con el fragmento Fc del Ac unido a su correspondiente Ag. De esta forma las células se vuelven metabólicamente más activas y aumentan el contenido de enzimas lisosomales y especies reactivas del oxigeno, lo que conduce a la injuria. Un ejemplo típico es el síndrome de Goodpasture. En otras ocasiones los Acs se unen a receptores de células provocando anomalías funcionales, estimulando su actividad o bloqueando su función como en la Miastenia Gravis. Las reacciones tipo III están mediadas por complejos inmunes (CI) formados por Ags solubles poco degradados y varias moléculas de Acs. Los CI ricos en IgG son eliminados continuamente por células fagocíticas a través de receptores del complemento (CD35 o CR1) y los FcγR. Cuando los CI no se eliminan adecuadamente por fagocitosis en el bazo u otros órganos linfoides o si hay exceso de Ag y los CI son de menores dimensiones, se depositan sobre las paredes de los vasos sanguíneos, en la piel o las articulaciones y activan el sistema del complemento, reclutando leucocitos que expresan el FcγR. La liberación de enzimas líticas de los neutrófilos durante la fagocitosis de los CI produce el daño. Los FcγR se clasifican en FcγRI (CD64), FcγRII (CD32), FcγRIII (CD16) y FcγRIV según su afinidad por la IgG, su distribución y funciones. La activación de estos receptores desencadena cascadas intracelulares que pueden estimular o atenuar las respuestas efectoras. Si bien en todas las respuestas humorales se forman CI, el potencial patogénico de los mismos depende del isotipo de Ac involucrado, el tamaño del agregado y la afinidad del Ac que forma el complejo. Cuando los fenómenos son locales y tienen lugar en la piel, la hipersensibilidad se conoce como reacción de Arthus, en la que los CI se unen al FcγRIII de mastocitos o leucocitos. Cuando los fenómenos son generalizados o sistémicos se habla de enfermedad del suero.