Las diferencias en la calidad de respuesta inmune en
individuos de diferentes sexos han sido bastante bien establecidas en
vertebrados (5, 6). Muchas de las
evidencias del impacto del sexo sobre las respuestas inmune derivan de trabajos
de investigación básica en modelos experimentales siendo los roedores la
especie más estudiada. Los resultados indican que machos y hembras difieren en
la susceptibilidad a varias enfermedades. Las hembras son más resistentes para
combatir distintas variedades de infecciones parasitarias (7), infecciones virales del sistema nervioso central (8), ciertos tipos de tumores como
linfomas y leucemias, para la inducción de tolerancia (9), y rechazan aloinjertos en forma más rápida que los machos (10). Es importante remarcar que estas
diferencias no se observan antes de la pubertad.