Los procesos liberadores presentes en la historia de los pueblos de Nuestra América han producido un lugar de enunciación de prácticas políticas y reflexiones teóricas centradas en lo posible: otra historia, otra economía, otro tipo de organización socio-política, otro pensar. Diversos movimientos y organizaciones sociales, políticas y culturales a lo largo de Nuestra América muestran que la lucha emancipadora de los pueblos no se detuvo. La historia de las ideas, la teoría de la dependencia, el socialismo latinoamericano, las filosofías y teologías de/para la liberación son algunos ejemplos relevantes de ello. El deseo de lo posible, nunca alcanzado plenamente pero indispensable para potenciar la emancipación, ha producido una reflexión en la cual se articulan y disputan diversos cruces epistémicos, entre ellos la ideología, la filosofía y las ciencias sociales. Sostengo que las ideologías producidas desde Nuestra América siguen siendo un ámbito obligado a partir del cual los conocimientos filosóficos y científicos sociales adquieren creatividad. El indianismo es una de esas ideologías que permiten plantear desafíos descolonizadores a las filosofías y las ciencias sociales. El indianismo es una producción intelectual de indígenas letrados de la región andina boliviana críticos al colonialismo persistente en el siglo XX.