Previamente demostramos que cruzipaina es capaz de inducir arginasa favoreciendo el crecimiento intracelular del parásito, siendo ésto revertido por NOHA, un inhibidor de arginasa. La inducción de la enzima mediada por cruzipaína involucra la activación de señales intracelulares como TK, PKA y p38 MAPK, la inhibición de éstas, modifica el balance iNOS/arginasa a favor de iNOS, así estas señales son claves en el control de la replicación parasitaria en macrófagos. En la infección con T. cruzi en ratones la actividad y expresión de arginasa se incrementaron con el curso de la misma. El tratamiento de los macrófagos ex vivo con los inhibidores de arginasa, PKA y p38 MAPK, al igual que in vitro, fue capaz de disminuir el número de amastigotes en los macrófagos. Además, arginasa también puede estar involucrada en supresión de respuestas linfoproliferativas. Algunos de los receptores inhibitorios son PD-1 y sus ligandos PD-L1 y PD-L2, aunque también pueden ser estimulantes. Cuando se estudió la expresión por citometría de flujo de PD-1, PD-L1 o PD-L2 en células CD3+, B220+, CD11c+ o F4/80+ peritoneales y de bazo, se observó que las células peritoneales F4/80+ tenían un aumento en la expresión de PD-L1 y PD-L2 con el curso de la infección, en cambio en las células CD3+ disminuía la expresión de PD-1 y en las CD11c+ se observó un aumento de PD-L2. Cuando se trataron ex vivo las células de bazo con Acs bloqueantes contra PD-1, PD-L1 o PD-L2 se observó por inmunofluorescencia un aumento de amastigotes en las células incubadas con Acs anti PD-L2 que se correlacionaba con la actividad de arginasa, corroborándose la relevancia de esta enzima en la infección con T. cruzi.