Resumen:
El vocablo "ciudad", derivado del latín civitas o civitatis, tuvo, desde tiempos antiguos, una acepción jurídica y política, másallá que el de una conglomeración edilicia y poblacional. Esta concepción incluye al natural o vecino de la misma, es decir, al "ciudadano", como individuo de una colectividad administrativa, en posesión de derechos y obligaciones de ciudadanía. La Ciudad como Patrimonio incluye, necesariamente, a sus habitantes, y en nuestro caso particular, a los cordobeses, continuos hacedores de su ciudad. Una ciudad no sólo se nutre de ideas generadoras y planificaciones sucesivas; de diseños de sus espacios públicos e infraestrcturas y de la arquitectura oficial y privada que, cada momento histórico, va desarrollando, sino que también se nutre del aporte intelectual de sus habitantes que, desde diferentes campos del conocimiento, han contribuído y contribuyen a dotar a su ciudad de características propias y rasgos identitarios reconocibles. En este aspecto, Córdoba presenta, casi desde sus orígenes fundacionales, una marcada vocación d trascendencia que, con altibajos, ha consolidado su prestigio nacional y foráneo hasta hoy. Este impulso intelectual y científico está estrechamente vinculado a la creación, en 1613, del Colegio Máximo de la Orden de la Compañía de Jesús, origen de la primera Universidad en el cono sur americano. Esta ponencia intenta valorizar a cordobeses, nativos o extranjeros radicados en este suelo, que dejaron sus valiosos testimonios en nuestra ciudad en diversos campos disciplinarios. A pesar de su multiplicidad, por la distancia y variedad de las individualidades que la inspiran, todos sus aportes conforman un extraordinario legado cultural que tiene a Córdoba como escenario privilegiado. Pensadores, científicos, historiadores, geógrafos, artistas plásticos, escritores, músicos, arquitectos, entre otros, fueron forjando, en el tiempo, un significativo patrimonio urbano, tangible e intangible, que, en muchos casos, ha tenido una importante proyección nacional y continental. Si entendemos a la Ciudad toda y a sus habitantes como Patrimonio, son los cordobeses, aquellos que cotidianamente construyen, desde diferentes y variados ámbitos, la imagen física, mental y simbólica de Córdoba, los auténticos protagonistas de nuestra identidad urbana. Resulta entonces ineludible conocer y valorar sus quehaceres y logros para comprender mejor la ciudad que habitamos.