Los niveles de lactato están relacionados al estado del metabolismo anaerobio durante la contracción muscular, pero también varias condiciones patológicas causan su incremento. El aumento del nivel basal de lactato en sangre puede ser importante en personas en unidades de cuidados intensivos en hospitales, particularmente pacientes cardiacos y en control de diabetes, ya que el nivel de lactato puede usarse como indicador de la necesidad del suministro de oxígeno a los pacientes [1].
Los biosensores tienen la ventaja de que la muestra puede ser procesada inmediatamente después de la recolección, sin manipulación y utilizados fácilmente por operadores no especializados, con tiempos de respuesta de segundos a minutos. Otra ventaja es la especificidad de la enzima inmovilizada y la selectividad del transductor electroquímico. A pesar de esto, aún restan algunos problemas por solucionar como por ejemplo la eliminación de interferentes.
En este trabajo se desarrolló un biosensor de lactato inmovilizando la enzima lactato oxidasa en matrices compuestas por la mezcla de mucina y albúmina, entrecruzada con glutaraldehído, entre dos membranas porosas de policarbonato; se obtuvo un sensor de muy buena respuesta analítica en cuanto a linealidad y estabilidad [2]. El único inconveniente en este sistema lo constituyen el efecto negativo causado por las especies electrooxidables que pueden estar presentes en la muestra y por lo tanto reaccionar en el electrodo de platino a potenciales inferiores a los del peróxido de hidrogeno 0,65V vs Ag/AgCl.
Se analizó el efecto de interferentes que se encuentran en las muestras de origen biológico, utilizando como modelo el ácido ascórbico y se desarrollaron distintas metodologías para restringir su acceso al electrodo. Una de ellas consistió en colocar una membrana de nafion [3] previo a las membranas de biosensor sobre la superficie del electrodo de platino, para impedir el acceso de especies con carga negativa (tales como el ascórbico o úrico) sin afectar el acceso del peróxido. Otra metodología consistió en colocar una membrana externa con partículas de un agente oxidante (MnO2) que reaccione con los interferentes antes de que alcancen la superficie [4]. El ácido ascórbico es responsable de un 60% de la respuesta obtenida para igual concentración de lactato y con estos métodos disminuyó a tan sólo un 2.5 y 5% empleando nafion y MnO2 respectivamente. Se estudió la respuesta analítica del sensor y la estabilidad de la membrana; se determinó el ángulo de contacto para estudiar las propiedades de mojado de la membrana de nafion. Por último se estudió la respuesta del sensor en muestras complejas como sangre entera y hemolizada mediante un ensayo de recuperación [5] para comprobar la aplicabilidad práctica del biosensor desarrollado.
Los biosensores tienen la ventaja de que la muestra puede ser procesada inmediatamente después de la recolección, sin manipulación y utilizados fácilmente por operadores no especializados, con tiempos de respuesta de segundos a minutos. Otra ventaja es la especificidad de la enzima inmovilizada y la selectividad del transductor electroquímico. A pesar de esto, aún restan algunos problemas por solucionar como por ejemplo la eliminación de interferentes.
En este trabajo se desarrolló un biosensor de lactato inmovilizando la enzima lactato oxidasa en matrices compuestas por la mezcla de mucina y albúmina, entrecruzada con glutaraldehído, entre dos membranas porosas de policarbonato; se obtuvo un sensor de muy buena respuesta analítica en cuanto a linealidad y estabilidad [2]. El único inconveniente en este sistema lo constituyen el efecto negativo causado por las especies electrooxidables que pueden estar presentes en la muestra y por lo tanto reaccionar en el electrodo de platino a potenciales inferiores a los del peróxido de hidrogeno 0,65V vs Ag/AgCl.
Se analizó el efecto de interferentes que se encuentran en las muestras de origen biológico, utilizando como modelo el ácido ascórbico y se desarrollaron distintas metodologías para restringir su acceso al electrodo. Una de ellas consistió en colocar una membrana de nafion [3] previo a las membranas de biosensor sobre la superficie del electrodo de platino, para impedir el acceso de especies con carga negativa (tales como el ascórbico o úrico) sin afectar el acceso del peróxido. Otra metodología consistió en colocar una membrana externa con partículas de un agente oxidante (MnO2) que reaccione con los interferentes antes de que alcancen la superficie [4]. El ácido ascórbico es responsable de un 60% de la respuesta obtenida para igual concentración de lactato y con estos métodos disminuyó a tan sólo un 2.5 y 5% empleando nafion y MnO2 respectivamente. Se estudió la respuesta analítica del sensor y la estabilidad de la membrana; se determinó el ángulo de contacto para estudiar las propiedades de mojado de la membrana de nafion. Por último se estudió la respuesta del sensor en muestras complejas como sangre entera y hemolizada mediante un ensayo de recuperación [5] para comprobar la aplicabilidad práctica del biosensor desarrollado.
Los biosensores tienen la ventaja de que la muestra puede ser procesada inmediatamente después de la recolección, sin manipulación y utilizados fácilmente por operadores no especializados, con tiempos de respuesta de segundos a minutos. Otra ventaja es la especificidad de la enzima inmovilizada y la selectividad del transductor electroquímico. A pesar de esto, aún restan algunos problemas por solucionar como por ejemplo la eliminación de interferentes.
En este trabajo se desarrolló un biosensor de lactato inmovilizando la enzima lactato oxidasa en matrices compuestas por la mezcla de mucina y albúmina, entrecruzada con glutaraldehído, entre dos membranas porosas de policarbonato; se obtuvo un sensor de muy buena respuesta analítica en cuanto a linealidad y estabilidad [2]. El único inconveniente en este sistema lo constituyen el efecto negativo causado por las especies electrooxidables que pueden estar presentes en la muestra y por lo tanto reaccionar en el electrodo de platino a potenciales inferiores a los del peróxido de hidrogeno 0,65V vs Ag/AgCl.
Se analizó el efecto de interferentes que se encuentran en las muestras de origen biológico, utilizando como modelo el ácido ascórbico y se desarrollaron distintas metodologías para restringir su acceso al electrodo. Una de ellas consistió en colocar una membrana de nafion [3] previo a las membranas de biosensor sobre la superficie del electrodo de platino, para impedir el acceso de especies con carga negativa (tales como el ascórbico o úrico) sin afectar el acceso del peróxido. Otra metodología consistió en colocar una membrana externa con partículas de un agente oxidante (MnO2) que reaccione con los interferentes antes de que alcancen la superficie [4]. El ácido ascórbico es responsable de un 60% de la respuesta obtenida para igual concentración de lactato y con estos métodos disminuyó a tan sólo un 2.5 y 5% empleando nafion y MnO2 respectivamente. Se estudió la respuesta analítica del sensor y la estabilidad de la membrana; se determinó el ángulo de contacto para estudiar las propiedades de mojado de la membrana de nafion. Por último se estudió la respuesta del sensor en muestras complejas como sangre entera y hemolizada mediante un ensayo de recuperación [5] para comprobar la aplicabilidad práctica del biosensor desarrollado.