Autor/es:
HERRERA, SEBASTÍAN; LINGUA, GIULIANA; PASTERIS, MARÍA VICTORIA; MARTÍN, ROCÍO BELÉN; FUSSERO, GIMENA BETINA; MARI, MACARENA
Resumen:
Cuenta la leyenda que hace muchos, muchísimos años, las tribus que habitabanlos bosques andino patagónicos neuquinos, sufrían durante el invierno, por laescasez de alimento; muchos niños y ancianos no lograban sobrevivir. Losjóvenes, se alejaban de su ?ruka?, en busca de bulbos, raíces, hierbas, granos, que pudiesen llevar a su tribu para comer. Una siesta, de esas en que el sol abraza con su calor y ayuda a soportar mejor el frío, un joven estaba muy avergonzado y triste; los ríos helados y la tierra cubierta por nieve, le habían dificultado encontrar alimento para su gente. Entonces, se le apareció el dios Nguenechén, como un anciano, que le preguntó qué le sucedía. El joven le contó sobre la situación de su pueblo, el dolor de saber que algunos, no estarían a su regreso y que no encontraba nada para alimentarlos. Entonces, el anciano lo miró y le dijo, ?¿los piñones no son buenos para tu tribu??. A lo que el joven respondió que desde siempre creyeron que los piñones, el fruto del Pehuén,eran venenosos y demasiado duros. Fue entonces cuando el viejo le explicó queEl Pehuén guarda como un tesoro los piñones hasta que están maduros, quecuando caen al suelo, se pueden comer y que para hacerlo hay que hervirlos otostarlos y guardarlos bajo tierra durante el invierno, de esta manera tendríanalimento durante todo el año. El joven, dio las gracias y lo más rápido que pudocomenzó a juntar ese fruto dorado durante todo el camino de regreso a casa. Fueasí como Mapuches y Tehuelches, dejaron de pasar hambre durante los crudosinviernos en ese rinconcito de la Patagonia. Así como los piñones son un tesoro protegido por el Pehuén, un tesoro que esperaba ser descubierto; cada uno de los trabajos que aquí se presentan y las experiencias compartidas en las Jornadas IEPE, son un tesoro para recordar, compartir, trabajar y disfrutar.