El presente trabajo es parte integrante del informe final del proyecto de investigación que se desarrolló con el mismo nombre dentro de un equipo interdisciplinario de docentes constituido por los autores durante el período 2010 - 2011. Este proyecto estuvo enmarcado dentro de un plan de gestión de
En la investigación partimos del análisis de los Modelos de Presentación de los Estados Financieros y su relación con las Normas Contables vigentes a nivel nacional e internacional. A partir de allí, surgieron una serie de cuestionamientos sobre la utilidad de los mismos, fundamentados principalmente en la complejidad en la interpretación de la información contenida en ellos, la información parcializada e incompleta que contienen sobre la situación patrimonial, como la provisión de información histórica de gestión que no permite predecir la situación a futuro, entre otras.
Para completar el análisis, se revisó la evolución del pensamiento doctrinario sobre el tema; y es a partir del año 1970 cuando se produce un importante cambio de mentalidad en la disciplina contable ante el surgimiento del “Paradigma de Utilidad”. Este paradigma, generador del interés del presente trabajo, deja de lado la medición de hechos pasados y comienza a preocuparse por cómo medir e informar la realidad de la organización, teniendo en cuenta a los usuarios que utilizan la misma y la consecuente toma de decisiones. Para cotejar las referencias bibliográficas con las prácticas profesionales, se asistió a algunos eventos académicos y reuniones profesionales de carácter nacional. Además, se diseñó un proceso de obtención de información a partir de datos proporcionados por los usuarios y destinatarios de los Estados Financieros, del cual surgió que no es necesario generar un modelo alternativo para la confección de Estados Financieros, en mayor medida, para el caso de las Grandes Corporaciones y que las pequeñas empresas necesitan para su gestión y relación con el entorno, contar con información confiable, útil, oportuna, y completa para la toma de decisiones de todos los usuarios, que permita evaluar su situación actual y proyectar su posición en el futuro. La información provista por un Cuadro de Flujo de Fondos ajustado a las necesidades de cada entidad y adecuadamente simplificado, es suficiente para satisfacer los distintos requerimientos de sus usuarios, esto en forma complementaria para algunos entes de mayor envergadura.
