Clasicismo e ilustración. Entre la prudencia y el exceso.

GALFIONE, MARÍA VERÓNICA

Exceso y Prudencia

Brujas

Lugar: Córdoba; Año: 2009; p. 275 - 284

Tanto por sus exageradas formas como por la rigidez de su normativa, las figuras artísticas previas al denominado Sattelzeit han sido asociadas a determinadas estrategias de legitimación del poder monárquico o interpretadas como productos naturales y previsibles de una sociedad estatutaria. En contraposición a ellas, las transformaciones artísticas que se producen durante el siglo XVIII han sido entendidas como pasos ordenados a dar cabida en el arte a sentimientos propiamente humanos y a consolidar la autonomía del dominio estético. Desde este horizonte, la aspiración a una representación natural o verosímil, propia del período ilustrado, no sólo marcaría un progreso en el ámbito artístico sino que podría ser asumida, además, como un triunfo frente a antiguas formas de poder que para imponerse recurrían al espectáculo grandioso, a la pompa y a un inflexible manual de rebuscadas convenciones. Sin ánimo de construir un relato alternativo, en estas páginas me propongo ensayar un abordaje del proceso que cuestione la linealidad del esquema esbozado. El objetivo es mostrar que el surgimiento del arte moderno no puede ser entendido en términos de liberación con respecto a imposiciones externas, sino más bien como un proceso de completa reconfiguración de la esfera de la representación. En este sentido es posible anticipar que, tras el definitivo desplazamiento de todos aquellos elementos que dentro de la obra remitían al excesivo poder del soberano, el arte moderno no logrará conquistar el ansiado ideal de un amigable Spiel entre iguales. Por el contrario, deberá enfrentar un sin número de aporías relativas al modo en que es posible representar artísticamente una sociedad de iguales; aporías que, podríamos aventurar, atraviesan también la vida política de las modernas sociedades.