Ni dios, ni amo... ni hermano

GALFIONE, MARÍA VERÓNICA

Filosofía de la Fraternidad

UNC

Lugar: córdoba; Año: 2004; p. 63 - 68

En vísperas de la revolución del 48, Marx, por encargo de la ex Liga de los Justos redacta el Manifiesto del Partido Comunista. En él, sintetizando el trabajo intelectual desarrollado en la crítica década del 40 y reflejando en buena medida la ascendencia del movimiento obrero, sienta las bases de un plan de acción que, como él mismo reconocerá tiempo más tarde, modificadas las condiciones y siendo ya improbable la inminencia de una revolución proletaria, debía ser revisado y, con seguridad, reformulado. Sin embargo, y más allá de la precariedad del programa expuesto, cuya inadecuación se encargará de mostrar el propio desenlace de la revolución del 48, en él se exponen también algunas tesis interesantes con respecto al modo en que Marx concebía, por aquellos tiempos, la organización política de los proletarios, por una parte, y, por la otra, con respecto a las formas que consideraba inconvenientes para la conformación de la futura sociedad comunista. En tanto tales indicaciones, fundadas sobre el reconocimiento de aquellos motivos por los cuales Hegel se había negado a suprimir, al modo rousseauniano, la disolución que imperaba en el ámbito de la sociedad civil, tienen por eje el rechazo de todo lazo que pudiese atentar contra la subjetividad conformada a partir de la modernidad, las mismas resultan atendibles desde toda perspectiva que, desaparecidas aquellas condiciones objetivas que otorgaban algún fundamento racional a la expectativa de una revolución proletaria, así como superadas también aquellas disposiciones subjetivas que hacían deseable tal advenimiento, desee repensar conceptos emparentados con el de fraternidad en el marco de un intento por generar formas de sociabilidad alternativas a las promovidas por el régimen vigente. Sin detenernos, entonces, en el análisis de la pertinencia de la propuesta marxiana, esto es, en la capacidad de la misma para pensar lazos positivos entre los particulares sin recaer por ello en formas pre - modernas de organización, nos gustaría en estas líneas referirnos simplemente a algunos pasajes y a algunas formas discursivas del Manifiesto, a los fines de considerar las críticas que allí, explícita o implícitamente, se realizan de las propuestas o prácticas propias del socialismo o del comunismo utópico - crítico.