A partir de algunas referencias a la obra de Lukács y Adorno, podremos constatar que la condena del alma bella no se halla ligada indefectiblemente a una determinada tendencia política. Por cierto, se trata de un argumento de notable ductilidad, que puede asumir sentidos políticos diferentes en función de los contextos históricos en los cuales se inscriba. Pero se trata, además, de una estrategia discursiva cuya operación ideológico?política puede verse modificada en la medida en que comienzan a disiparse aquellos presupuestos histórico-conceptuales y aquellos dispositivos lógicos que posibilitaron su aplicación en el pasado. Por ejemplo, como intentaremos mostrar aquí, una revisión de los escritos de Lukács y Adorno puede evidenciar un giro diferente en la historia de los usos de este argumento. En el caso de Adorno, la condena de la figura del alma bella es empleada, desde una posición crítica, contra aquellos que despreciaban la teoría en aras de la acción revolucionaria. Según veremos, este desplazamiento da cuenta de un contexto en el cual es la compulsión a la acción, y no la desconfianza frente a la misma, la que, en una sociedad completamente administrada, supone una fetichización de la subjetividad e imposibilita toda mediación consciente con las formas objetivas.
