AUDISIO IRENE
Capítulos de libros
Título:
Entre el ?hecho? taineano y las ?fuerzas? nietzscheanas: el positivismo en discusión a fines del siglo XIX
Libro:
CONOCIMIENTO, NORMATIVIDAD Y ACCIÓN
Editorial:
UNIVERSITAS
Referencias:
Lugar: CÓRDOBA; Año: 2007; p. 67 - 73
Resumen:

Nietzsche, Taine y la ?teoría de los petits faits?

 

Nos proponemos abordar dos temáticas íntimamente relacionadas entre sí en el marco de la recepción crítica que Nietzsche lleva a cabo del pensamiento de Taine. Nietzsche, quien considera a Taine  un espíritu afín, adoptó de él importantes nociones que fueron muy fructíferas al resignificarlas en su propio entramado conceptual. En este contexto de apropiación de las ideas de Taine hay dos puntos que nos interesa tratar con un poco más de detalle: la ?teoría de los petits faits?, sus alcances y sus límites en relación con la ?tiranía del milieu?.

Con respecto al primero, Taine compartía con sus contemporáneos, cultores del positivismo, su reverencia hacia el método científico y hacia algo más que constituía la esencia misma de la investigación experimental, el ?hecho?. Caracterizando el pensamiento de Taine, Bourget en sus Essais de Psychologie Contemporaine (Lemerre, 1883) hace alusión al culto del hecho que los científicos han iniciado calificándolo de pasión exclusiva del hecho, una especie de lógica invencible e inconsciente, prácticamente una religión. Fiel al ideal positivista tanto el análisis de la realidad física como psíquica y moral (en un sentido amplio que abarca las referencias a personalidades y pueblos) se debe llevar a cabo mediante la descomposición del fenómeno en sus hechos primordiales, iniciales y generadores, los petits faits vrais ? pequeños hechos verdaderos -  que se deben conocer y clasificar para luego determinar inductivamente los hechos dominantes que orientan el conjunto. En el Prólogo a De l?Intelligence incluso el yo no es descrito más que como ?la serie de sus eventos [?] un flujo y un haz de sensaciones y de impulsos [?] de vibraciones nerviosas, esto es, el espíritu?.

Esta relevancia concedida a los pequeños hechos debe haber llamado la atención de Nietzsche ya que la adopta pero dejando de lado los resabios positivistas y resaltando la riqueza de esta perspectiva de análisis personificada por el espíritu científico que estima las ?pequeñas verdades inaparentes, halladas con método riguroso? menospreciadas por el punto de vista romántico y mítico que aspiraba a hallar de modo inmediato la esencia del mundo por la inspiración del genio. En este sentido, acoge con agrado pero con reserva esta herramienta teórica en su periodo ?ilustrado? a partir de Humano, demasiado Humano, en especial para su examen de hechos claves que definen ciertas personalidades. Tanto Bourget como Nietzsche percibieron un cierto fatalismo en los escritos de Taine y, a través de él, en los pensadores de su época tan afectos a estas teorías.

En lo que respecta a estos hechos definitorios de los caracteres humanos son heredados, por lo tanto dependen de la raza y el desarrollo de la raza depende a su vez de condiciones ambientales particulares. Así se vincula la confianza en los petits faits con la ?tiranía del milieu?, es decir con el determinismo del medio. Este último tópico va a ser combatido durante toda su obra por Nietzsche que se ocupa constantemente de mostrar las implicancias de su afirmación. En especial el tipo humano que resulta de una creencia tal en la que el acento no estaría puesto en la actividad artístico-configuradora del individuo sobre el medio, sino en la acción de éste sobre el ser humano. El resultado en el plano de las prácticas morales humanas será la minimización de la capacidad humana expresada en simples reacciones al medio. Un tipo de hombre pasivo y gregario cuya vida se construye por reacción a los hechos, a los estímulos externos, es decir un hombre sin ninguna pasión dominante que imprima carácter a sus acciones, sin un impulso dominante que estructure su pluralidad constitutiva.