AUDISIO IRENE
Congresos y reuniones científicas
Título:
"LIFE IS NOT A POKER GAME": empatía emocional y gestos faciales
Lugar:
CORDOBA
Reunión:
Encuentro; XIV REUNIÓN NACIONAL, III ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN ARGENTINA DE CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO; 2013
Institución organizadora:
ASOCIACIÓN ARGENTINA DE CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO
Resumen:
El fenómeno de la empatía ha sido motivo de una gran cantidad de estudios filosóficos, teológicos, psicológicos, etológicos y, en los últimos años, se sumaron también estudios neurocientíficos. Así como existe una amplia diversidad en las disciplinas que estudian el fenómeno de la empatía, también existe variedad -o desacuerdo- en las definiciones que se han dado de dicho concepto. Algunos sostienen que la empatía es una emoción vicaria (Prinz, 2004, 2007), mientras otros han afirmado que la empatía se encuentra integrada por dos aspectos: uno cognitivo y otro emocional (Decety and Jackson, 2004; Vignemont and Singer 2004). Aunque aún no existe acuerdo sobre cuál debe ser la relación entre ambos o si alguno de ellos debería adquirir cierta prevalencia sobre el otro. El aspecto cognitivo está más relacionado con la capacidad de abstraer, entender o imaginar los procesos mentales en tanto estados de otro y no propios. El aspecto emocional, en cambio, se encuentra vinculado a la disposición a reaccionar ante las expresiones emocionales de los demás y, según algunas visiones, actuar en concordancia. La empatía parece presentarse así como una disposición en la cual alguien adquiere una comprensión cognitiva del estado mental del otro y, a partir de cierta conexión emocional -entendida en un nivel básico como un contagio emocional, se podrían coordinar o promover respuestas interpersonales o acciones (Baron Cohen, 2011; de Waal, 2009). El descubrimiento de las neuronas espejo realizado en el año 1.992 por el equipo de Giacomo Rizzolatti ha significado un avance decisivo en el conocimiento acerca de cuáles podrían ser los mecanismos neurales empleados en la comprensión empática de los otros. Posteriores investigaciones han mostrado que existe cierta conexión anatómica entre las bases neuronales de la empatía, las neuronas espejo, y algunas de las estructuras cerebrales utilizadas por las emociones, tal como el así llamado sistema límbico. Estas conexiones anatómicas dan apoyo a la hipótesis de que las neuronas espejos juegan un rol importante al momento de entender las emociones de los demás (Iacoboni, 2009). De esta manera, resulta casi evidente la relación entre la empatía y las emociones. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que las emociones también han sido estudiadas por diversas disciplinas, lo cual ha dado origen de forma casi natural a diferentes tipos de caracterizaciones. Existen versiones más fenoménicas de las emociones dadas por las ?teorías del sentir?, que hacen hincapié en el modo cualitativo en el que ellas son sentidas. Tener una emoción es tener una vivencia especial que se caracteriza por ciertos cambios corporales. También existen versiones más cognitivas de las emociones defendidas por diversos tipos de ?teorías cognitivas?, que conciben las emociones en tanto fenómenos intencionales -dirigidas a objetos del mundo. Así, las emociones son estudiadas en función de su capacidad de aportarnos información sobre el mundo y de regular el comportamiento racional (Vendrell Ferran, 2009). A su vez, en la literatura sobre emociones existen distintos tipos de clasificaciones de este fenómeno. Encontramos una clasificación y diferenciación de las mismas en tanto emociones básicas o emociones derivadas (o secundarias). El miedo, la alegría, la tristeza, el asco, la ira y la sorpresa o repugnancia son consideradas, por algunos autores, como emociones básicas. Mientras que el orgullo, la vergüenza, la culpa y los celos, entre otras emociones, son consideradas como emociones derivadas o secundarias (Damasio, 1994, 2006; Evans, 2002). Teniendo en cuenta la compleja trama que rodea a los fenómenos de las emociones y la empatía, en el Simposio Emociones y Empatía nos proponemos realizar distintas contribuciones desde la filosofía de la mente y la psicología partiendo de un núcleo en común, a saber, la reflexión entendida en un sentido naturalista pues nos interesa mantener un diálogo fecundo de complementación entre la reflexión filosófica y algunos resultados científicos que provienen de diferentes disciplinas. En particular, en este Simposio reflexionaremos a partir de las siguientes preguntas: ¿es la empatía una emoción? y casi en consecuencia ¿cómo son concebidas las emociones?; ¿el contagio emocional es un fenómeno necesario para empatizar con otro?; ¿hasta qué punto es posible empatizar con fenómenos psicológicos anormales o patológicos? O más bien, ¿es la empatía un conjunto de habilidades evolutivas -cognitivas o emotivas- acordes con el estado emocional básico o derivado que se pretende leer? La raíz etimológica del vocablo ?emoción? aparece relacionada en primer término con verbos que refieren al impulso, ímpetu, movimiento (Bordelois, 2006), ¿cómo deben ser entendidos estos ?movimientos??; ¿existe una relación necesaria entre los cambios en los gestos faciales y la empatía?; ¿reducir las expresiones faciales implica una reducción de las experiencias emocionales -incluida la empatía?; ¿la empatía hacia otro implica en su propia definición la realización de acciones acordes?