Resumen:
En el último cuarto del siglo XX, en el mundo occidental, con el surgimiento de fenómenos como la globalización del mercado y el desarrollo acelerado de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), se han incrementado aceleradamente las oportunidades para que los profesionales traductores se adapten al uso de nuevas herramientas y estrategias para llevar a cabo su labor (Diaz Fouces y García González, 2008). Lo antes mencionado, junto con la creación de nuevas asignaturas, cursos de especialización y posgraduaciones sobre localización, traducción multimedia, de páginas y sitios de Internet, y la aparición de publicaciones periódicas más o menos específicas a este ámbito (tales como MultiLingual Computing & Technology, Globalisation Insider, Machine Translation y Tradumàtica), torna imperativo en la formación actual de traductores el entrenamiento en el uso de tecnologías de la información y la comunicación. Sin embargo, es frecuente que la traducción automática (TA) quede excluida de esta realidad aunque su uso sea cada vez más frecuente en el mercado de la traducción profesional.