En Argentina hay universidades estatales que han tenido en las últimas décadas un fuerte crecimiento en la cantidad total de alumnos, motivado en que el número de ingresantes de cada año no estuvo acompañado por un flujo equivalente en la cantidad de egresados. Los principales fenómenos que explican este desbalance aparecen asociados con el abandono y la prolongación de los estudios, ya que una parte sustancial de los estudiantes emplea tiempos que superan ampliamente los plazos previstos en los planes de estudios de las carreras que cursan.
Estos dos fenómenos se combinan, determinando un incremento sostenido de la matrícula que lleva a la masividad. La gestión de una institución masiva de educación superior plantea desafíos nuevos que de no ser atendidos oportunamente conducen a un deterioro de la calidad de la enseñanza. Indicadores de que el problema no es atacado en profundidad son las insuficiencias de los presupuestos universitarios que dependen íntegramente del aporte del Estado, ya que los estudios en las universidades públicas argentinas son gratuitos, y el deterioro en la relación docente/alumno. Entre esas casas de altos estudios se cuenta la Universidad Nacional de Córdoba que al año 1991 tenía una matrícula total de 85 mil y en 2007 de 105 mil estudiantes aproximadamente, lo que representa un aumento del 24%. Durante ese período, la cantidad anual de nuevos inscriptos osciló en 18 mil estudiantes, mientras que el número de egresados rondó los 5,5 mil por año, es decir el 30,5% de los ingresantes, tal como lo ilustra la figura 1. Por su parte, el promedio de la relación entre la duración real y la duración teórica de las carreras se situó en 1.6, indicando que para una carrera cuyo plan de estudios tiene previsto que sea cursada en 5 años, en los hechos se extiende a 8 años, con todo lo que implica de carga extra para la planta docente y el planeamiento de una expansión física que garantice espacio para atender a los estudiantes por 8 años y no por 5 años. En este contexto, la profundización del estudio de la problemática del desempeño académico de los alumnos con la finalidad de hallar elementos que sirvan para explicar las razones que subyacen en la prolongación excesiva de los estudios, el bajo rendimiento y el abandono, es de enorme importancia, en la medida que aporten conclusiones que sean útiles para el diseño de las políticas de educación superior, destinadas a enfrentar con éxito el complejo conjunto de desafíos que plantean estos fenómenos.
