Resumen:
esde mediados de los noventa, pero con más vigor desde principios del tercer milenio, según el geógrafo Edward Soja (2009), empieza a observarse lo que se denomina el giro espacial en la crítica literaria y otros campos del conocimiento en ciencias humanas, tales como la arqueología, los estudios jurídicos, los estudios religiosos, entre otros. Este giro espacial implica la lectura de diversos fenómenos a través de una concepción crítica del espacio, una concepción que, en consonancia con lo que plantea Foucault, considera ?la producción social de la espacialidad (el espacio es producido socialmente y por eso es pasible de ser cambiado socialmente)? y, a su vez, implica una ?dialéctica socio espacial (lo espacial modela lo social tanto como lo social modela lo espacial)? (Soja, 2009, 2). En esta concepción social del espacio se encuadra la noción de movilidad, la cual también recientemente ha sido investida con la potencialidad para ser repolitizada (Cresswell 2011, 2012 y 2014, Uteng