DER-OHANNESIAN NADIA
Congresos y reuniones científicas
Título:
Desplazamientos y paisajes del futuro: Proyecciones femeninas de la espacialidad en la novela El año del diluvio de Margaret Atwood
Autor/es:
NADIA DER-OHANNESIAN
Reunión:
Jornada; IX Jornadas Interdisciplinarias de Ciencias Sociales y Humanidades del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades María Saleme de Burnichon; 2017
Resumen:
El año del diluvio (2009), segunda novela distópica de la trilogía Maddadam de la autora canadiense Margaret Atwood, ofrece una aguda lectura del mundo capitalista actual a través de un ejercicio de pensamiento por el cual el dominio de las corporaciones, la mercantilización de derechos, la explotación de recursos, la crisis ambiental y los avances científicos se transpolan al futuro relativamente cercano. La propuesta de este trabajo se nutre de las disciplinas espaciales para releer la novela?y la cultura?a través de las conceptualizaciones teóricas comprendidas en las nociones de paisaje y movilidad según la geografía humana, nociones estas informadas por una perspectiva de género.El presente de la novela de Atwood transcurre en el período postdiluviano, en referencia al diluvio seco, que se trata en realidad de una pandemia que mermó a la población humana, al cual se refiere en detalle la primera novela de la trilogía, Oryx y Crake. Dos personajes femeninos, Ren y Toby son las principales voces en esta novela y por medio de sus recuerdos y asociaciones las conectamos con su vida prediluviana en la comunidad teológico-ecologista Los Jardineros de Dios, y otros personajes de la novela anterior. en el presente de la narrativa Ren es una bailarina de trapecio en un exclusivo club de strippers, quien sobrevive a la plaga por encontrarse en cuarentena, y Toby es empleada de un spa que sobrevive en las instalaciones. Ren es rescatada por Amanda, su amiga de la adolescencia. Eventualmente, las vidas de las tres mujeres se entrecruzan debido a los desplazamientos que deben emprender?búsquedas, huidas, rescates?los cuales son signados por su pertenencia sexo-genérica. Estos movimientos exponen la accesibilidad diferencial a los espacios pero a la vez señalan la permeabilidad de los bordes de estos.El presente análisis interroga al texto en cuanto a qué tecnologías de género en relación a la alocación diferencial del espacio, la visualidad y los diferentes protocolos de movilidad se extrapolan y, por lo tanto, se visibilizan en la novela. Para esto se estudian los paisajes pre y posdiluvianos y la movilidad de sujetos femeninos a través del entramado urbano y más allá. A fin de responder a este interrogante, el estudio se vale de las siguientes herramientas teóricas. La noción de paisaje es central ya que, por un lado, une la naturaleza y la cultura y por el otro se relaciona fuertemente con la visión y las tradiciones occidentales visuales relacionadas con la pintura y el paisajismo. A partir de los 70 se llama la atención sobre la dimensión ideológica del paisaje para reproducir los valores de la elite, para naturalizar las jerarquías y los patrones de propiedad de la tierra. Ya más tarde, en los 90, década en que las teorías de género comienzan a permear más intensamente las disciplinas geográficas, la geógrafa feminista Gillian Rose alertó sobre la mirada masculinista de la academia sobre el paisaje y por lo tanto, además del aspecto capitalista en la percepción del paisaje, se introdujo la crítica a las formas de ver patriarcales y aparentemente incorpóreas, que conllevan un dualismo de un mirar activo masculino versus una pasividad femenina y asociada a la naturaleza (Gregory et al. 2009, pp.409-410). Además, como realización del espacio, el paisaje toma los aspectos de la caracterización de este como dinámico, construido en y construyendo relaciones de poder. En cuanto al concepto de movilidad, el geógrafo Tim Cresswell propone repolitizarla, de la misma forma en que los geógrafos críticos lo hicieron con el concepto de lugar. Él sugiere que ?una manera productiva de pensar la movilidad es tomar el movimiento (...) y revelar sus interrelaciones con las significaciones y el poder para producir la movillidad...? (p.576). Hay diferencias en las formas en que los hombres y las mujeres se movilizan; ?esta diferencia actúa para reafirmar y reproducir las relaciones de poder que produjeron estas diferencias en primer lugar? (Cresswell y Uteng 2008, p.3). En este aspecto, es importante destacar que Uteng y Cresswell sostienen que a pesar de las restricciones diferenciales a la movilidad, ?las mujeres constantemente han desafiado expectativas en relación con el género acerca de quién se mueve, cómo se mueve y hacia dónde se mueve? (p.5). Estas conceptualizaciones destacan la mutua influencia de la movilidad y la estaticidad de los sujetos, y cómo estas son producidas en relaciones de poder fuertemente marcadas por la pertenencia genérica, lo cual puede observarse en el texto objeto de análisis. Así entendidos, el paisaje y la movilidad admiten entonces una problematización desde una perspectiva genérica y pueden erigirse en vehículos de denuncia de desigualdades e injusticias relativas al género.Por último, es pertinente establecer que la ciencia ficción no debe ser entendida como ciencia, sino como un relato ficcional que difiere de la ficción naturalista, pero que ?no se percibe como imposible dentro de las normas cognitivas (cosmológicas y antropológicas) de la época del autor? (Suvin 1979, p.viii). La ciencia ficción, como literatura de extrañamiento cognitivo, permite al lector reconocer una tendencia que tiene un anclaje en la realidad?he aquí su aspecto mimético?y admitir como posible la proyección de esta tendencia hacia el futuro u otros mundos, así como también sus consecuencias, lo cual le otorga su potencialidad crítica.