El papel del Estado y la lógica de acumulación capitalista en el sector rural del noroeste cordobés

Rosario

Jornada; III Jornadas de Economía Crítica Estado, políticas económicas y acumulación de capital; 2010

Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Rosario

En el presente trabajo nos proponemos analizar el papel del Estado en el proceso de acumulación capitalista en el sector rural del noroeste de Córdoba. Este proceso implicó importantes transformaciones socioeconómicas en las últimas tres décadas e impactó fuertemente en las comunidades campesinas. En Argentina, a partir de 2002 adquiere visibilidad a través de los medios de comunicación una problemática que había comenzado a agudizarse unos años antes; esto es la desposesión de las tierras que sufren numerosas familias de habitantes tradicionales. En este caso nos detenemos a observar lo que ocurre en las comunidades campesinas del norte de la provincia de Córdoba. Allí se observa la expulsión sistemática de personas que vivían en esos parajes desde épocas ancestrales, a manos de empresarios capitalistas o testaferros de especuladores. Esto tiene un costado silencioso: propiedades vendidas a precios irrisorios, campesinos que abandonan sus predios ante la ausencia total de servicios públicos, familias que se retiran frente a diversos modos de amenazas ?de policías locales o de empresarios forasteros-; y otro costado más conflictivo, donde las organizaciones del movimiento campesino ayudan a la resistencia y a poner en la agenda social el problema del despojo. El Estado, en sus distintos niveles, no está ausente frente a esta situación, por el contrario, recurriendo a diversas modalidades, interviene directa o indirectamente a favor del capital concentrado, si bien realiza acciones de variada naturaleza ?veremos particularmente aspectos legislativos y discursivos- para oscurecer esta intervención y para legitimar su existencia. Para delinear algunos elementos teóricos consideramos ante todo la lógica de la acumulación capitalista. Nos situamos en el marco de autores que adscriben la línea de los estudios postcoloniales (Wallerstein, 2001; Dos Santos, 2002).Dentro de estas líneas es interesante el planteo de Harvey quien explica cómo se extienden los circuitos de explotación. Harvey (2005) sostiene que en el capitalismo coexisten dos modos de acumulación: uno por reproducción ampliada - la clásica explicación por extracción de plusvalía - y otro que denomina ?por desposesión?. Esta última categoría se inspira en la relectura que Rosa Luxemburgo realizó del relato de la "acumulación originaria" de Marx. Para Harvey - actualizando a Luxemburgo - la violencia implicada en la ?acumulación originaria? no se da únicamente al inicio del sistema sino que es inherente al capitalismo. Diversas estrategias como las formas coloniales, el sistema de créditos internacionales, la privatización de los servicios públicos, la guerra, la mercantilización de la creatividad cultural, las nuevas formas de despojo de la tierra y de los saberes ancestrales son ejercicios de acumulación por desposesión. Hasta hace dos décadas la modalidad de acumulación por reproducción ampliada de la fuerza de trabajo era la dominante y de algún modo generaba expectativas de progreso en diversos grupos de trabajadores ?de la industria, comercio, servicios-. Hoy nos encontramos con que la modalidad de acumulación por desposesión vuelve a ocupar un lugar destacado ?como al inicio de este modo de producción- mostrando su violencia de manera más explícita. En este marco, la comprensión del capitalismo es inseparable de la del Estado. En efecto, no se hubiera construido este nuevo sistema histórico sin la constitución de los Estados. Estos garantizan la acumulación de capital y neutralizan el conflicto social (O?Connor, 1973). Son parte constitutiva tanto en el proceso de acumulación por reproducción ampliada, como en el de la acumulación por desposesión. Sin embargo, como las tendencias de la acumulación siempre chocan con las fuerzas sociales, el Estado interviene ya sea manteniendo el orden a través de la administración de la violencia, o bien reduciendo la lucha de clases apelando a diversas combinaciones de negociaciones y concesiones. Por eso,"rara vez es simplemente el Estado del capital, también es el producto del conflicto entre el capital y la sociedad" (Amín, S. 2003, p. 257). Otra cuestión esencial a considerar en el accionar estatal se refiere al proceso de legitimidad que debe observar como fundamento de su existencia. Si bien el Estado sirve a la acumulación interminable del capital, al mismo tiempo busca conservar su legitimidad, esto es, la disposición y la aceptabilidad colectiva de su arbitrariedad (Ceceña, 2004).