El motivo del cuerpo desaparecido tiene una visibilidad creciente en cierta línea de la narrativa contemporánea. Esto permite advertir la preocupación de escritores e intelectuales en llevar al centro del debate literario una reflexión en torno a diversos aspectos de lo que significó y significa en la actualidad la experiencia de la última dictadura militar que hizo realidad el horror a través de la práctica cotidiana del secuestro, la tortura y la desaparición de personas. En este sentido, nos detendremos a observar algunos aspectos de la nouvelle Ni muerto has perdido tu nombre (2002) de Luis Gusmán donde la presencia de la díada cadáver- identidad bajo el signo de la violencia política comporta una rica reflexión y nos recuerda, a las generaciones jóvenes, la importancia de hacer memoria.