SAN EMETERIO CÉSAR PABLO
Congresos y reuniones científicas
Título:
Coordinación de Cuerpos Virtuales y Desafíos para la Psicología del Trabajo y las Organizaciones
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; 1º Congreso Internacional de Psicología y IV Congreso Nacional de Psicología ?Ciencia y Profesión; 2014
Institución organizadora:
Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
Partimos en esta ponencia, de considerar el desarrollo progresivo de los espacios organizacionales virtuales donde pueden producirse interacciones de trabajo en tiempo real. Este fenómeno creciente implica la posibilidad que los sujetos que trabajan puedan hacerlo conjuntamente en espacios diferentes de los espacios físicos de coordinación, trascendiendo la interacción en tiempo real mediante medios analógicos, que suponen una reconstrucción espacial limitada, ya que las tecnologías de comunicación predigitales no poseen la posibilidad de un espacio común de trabajo a la distancia como lo posibilita la simulación virtual, tomando los términos de Philippe Quéau (1995).El trabajo humano en entornos organizacionales ha producido progresivamente diferentes grados de virtualización. En este sentido, tomando como referencia a Mintzberg (1993), el ajuste mutuo implica una coordinación cara a cara en la cual se implican los cuerpos físicos y los amplios recursos de la comunicación directa para producir la coordinación o el control de los procesos de trabajo. La normalización de tareas y el desarrollo de dispositivos organizacionales han permitido que surja la posibilidad de coordinar mediante saberes objetivados las operaciones de trabajo de diferentes sujetos en sistemas estructuralmente complejos. En este punto surgen los saberes específicamente organizacionales que producen la emergencia de las organizaciones modernas, construidas en base saberes externos que asumen un vínculo posterior con los sujetos operadores de dichos saberes en una compleja interfaz (San Emeterio, 2011a y 2011b). En este sentido, podemos hablar de un primer grado de virtualización organizacional, ya que la organización como objeto, es un objeto de lenguaje que tiene existencia real en la medida en que es operada por el campo subjetivo de sus operadores, con el cual guarda una relación de virtualidad, en el sentido que es plenamente existente pero requiere su operacionalización subjetiva para producir efectos en lo real.No obstante, el primer grado de virtualización discriminado si bien permite la subversión del espacio, producto de la construcción de un espacio organizacional que en alguna medida trasciende lo físico, no implica de todos modos que la corporalidad humana se libere de la coordinación mutua mediante los ajustes corporales próximos, o mediante métodos analógicos a distancia que de todos modos, toman como referencia el espacio físico, requiriendo imaginar dicho espacio físico de interacción al restringirse la interacción física directa. En el caso de la simulación virtual la imaginación no es necesaria porque el espacio de interacción es producido digitalmente, y la interacción puede realizarse cara a cara, aunque mediante caras y cuerpos digitalmente producidos. Esto implica una subversión radical del espacio físico por cuanto ya no se mantiene el mismo, ni como espacio de interacción o ni como espacio de referencia, sino que se suplanta por otro espacio donde interactúan otros cuerpos. Ello implica una profunda disociación del sujeto y su cuerpo real por cuanto la interacción se produce en un espacio diferente al espacio real donde habita su cuerpo, y su cuerpo interactúa disociando el cuerpo imaginario, que opera en el espacio digital, del cuerpo físico que soporta al sujeto.Como apertura a la discusión, señalamos que estas modalidades, en pleno proceso de mutación, plantean desafíos inéditos al campo de la psicología del trabajo y las organizaciones, el cual debería enfrentarlos produciendo investigaciones y conocimientos que aborden la faz técnica de la factibilidad de dichas modalidades de interacción, focalizando en la eficiencia de los sistemas organizacionales y en la productividad de los trabajadores; pero por otro lado abordando la problemática novedosa que implican estas modalidades de trabajo en el campo de la salud mental y el trabajo, en particular las producidas por la necesaria disociación entre el espacio físico de referencia y el espacio de la interacción organizacional, donde el sujeto debe producir efectos pero manteniendo su anclaje corporal y vincular en el espacio donde habita su cuerpo real y las eventuales dificultades de construcción de los colectivos de trabajo indispensables para el sostén de la identidad y la salud en los espacios de trabajo.