Durante el fin del siglo XX se pudo observar un marcado interés en la literatura de minorías. Se comenzó a leer a otras voces de orígenes variados y eclécticos. El post-colonialismo, la literatura negra, la literatura gay o la chicana son sólo algunos ejemplos de textos en los que se ha depositado el interés de los lectores. La traducción literaria de estas obras presenta la dificultad de muchas veces no poder encontrar equivalentes culturales en la lengua de llegada. Esta ponencia explorará esta realidad desde la práctica.