SCARPETTA GUSTAVO
Libros
Título:
NO HAY MAL QUE DURE 200 AÑOS
Editorial:
DUNKEN
Referencias:
Lugar: BUENOS AIRES; Año: 2011 p. 136
ISSN:
978-987-02-5101-9
Resumen:
Han transcurrido 200 años de la Revolución de Mayo. 1810. Deuda externa. Corrupción. Golpes de Estado. Gastar más de lo que se tiene. Inflación. Falta de federalismo. Decisiones centralizadas. Demoler lo que hizo el Gobierno anterior. Destrucción del adversario. Falta de respeto a la opinión diferente. Hacer más de lo que criticaron del anterior. Todo esto y más, parece una descripción del proceso histórico que nos lleva hasta nuestros días. Estos males se han repetido insistentemente durante todo los doscientos años. Granero del mundo. Estamos en el Primer mundo. El que apuesta al dólar pierde. Les hable con el corazón y me respondieron con el bolsillo. La victoria no da derechos. De La Rua será el Sarmiento del siglo 21. Dios es argentino. Está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires. ¿Puede Argentina ser un gran país? Creemos que lo fuimos. En algún momento de la historia también lo soñamos. Los grandes hombres de este país, lo pensaron, se lo imaginaron. ¿Viviremos repitiendo los mismos errores del pasado? Algunos dicen que la historia no se repite. Que los ciclos históricos no se duplican. ?Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida? del famoso tango Volver. La Argentina pendular. Esa que va de un extremo a otro, en poco tiempo. Nada de lo que hizo el Gobierno anterior sirve. Hay que ?refundar? la Nación. Si es posible cada diez años. O menos. Todo parece justificar esa locura. En la economía pasa algo similar. Los programas económicos van de apertura indiscriminada a cerrar el ingreso de productos importados. Eso ocurrió repetidas veces. Desde la Primera Junta de Gobierno, que implementó medidas que fueran muy requeridas por los británicos, y permitieron el ingreso de productos pagando pocos impuestos, y golpeaban a los sectores industriales del interior. Buenos Aires tomaba medidas que le favorecían sin preguntarse si era para el bien del país. Parecen dos Argentinas. Cuando se abre la economía, sufre la industria nacional. Empieza a caer el empleo y se suman los desempleados. Cuando se cierra la economía, la industria local empieza a subir los precios. Los argentinos empezamos a pagar muy caros productos que en el mundo son más económicos. La inflación empieza a crecer. Los sindicatos empiezan a luchar para que los sueldos suban y se acerquen o alcancen a los precios. ¿Qué pasa? Los trabajadores son cada vez más pobres, y se les hace difícil comprar lo mínimo. Por un camino u otro, el final es el mismo: una gran crisis. Argentina y sus vecinos. Siempre (nos) creímos que estábamos fuera de América del Sur. Parecernos a Europa fue muchas veces el sueño. Para otros gobernantes el deseo fue acercarnos a Estados Unidos. Difícilmente nos consideramos dentro de un destino común con los demás países con el que compartimos el subcontinente. Solo que hay una historia común. Hechos esenciales que ocurrían en el mundo que influían en la política y en la economía de la región que significaron un impacto. Si vemos las fechas de la independencia, es algo que ocurrió en todos los países con muy pocos años de diferencia. No había Internet, ni teléfono ni televisión, sin embargo los hechos que ocurrían en un lado se conocían en otro lugar, e influían recíprocamente. Este año es el bicentenario de Chile, de Venezuela también. Vivieron luchas similares. Batallas por la independencia. Lucha contra los realistas. Después vino épocas de consolidación. Dictado de Constituciones. En el siglo 20: Golpes de estado. Débil democracia. Para mediados del siglo pasado, existieron gobiernos nacionalistas similares como Getulio Vargas en Brasil y Perón en Argentina. Y en la década de 1980, vuelta a la Democracia, en toda Latinoamérica. En los 90 todos se acercaron ?más o menos- al Consenso de Washington En el siglo actual, América latina giró a la izquierda, parece que el continente se mueve coordinamente en los procesos históricos. En algún momento la política que se aplicó fue la misma. La famosa ?Sustitución de importaciones? con distintos nombres, y tintes de aplicación, se implementó en las economías de los países latinoamericanos. Brasil, Argentina, iniciaron sus industrias bajó esta política , que sigue siendo muy discutido. Aunque hubo gobiernos autodenominados desarrollistas o industrialistas, poco se logró respecto a eso. No podemos cometer el otro error de echar siempre la culpa a los demás. Si representantes de otros países o empresas firmaron convenios con nuestro país que desfavorecían mucho a Argentina, no eran culpa exclusiva de los demás sino las incorrectas intenciones o interpretaciones de algunos gobernantes que nos tocaron en suerte. Y digo tocaron en suerte porque muchos de ellos no fueron votados. Crédito Baring Brothers de Rivadavia. Acuerdo de amistad con Reino Unido de 1825. Pacto Roca-Runciman. La educación, es la prioridad de todos y de ninguno. ?El fundamento más sólido, la base, digámoslo así, y el origen verdadero de la felicidad pública, cual es la educación se halla en un estado tan miserable?. ¿Quién lo dijo? Manuel Belgrano. También nos ayuda San Martín: ?Los días de inauguración de escuelas son tan tristes para los tiranos como alegres para los amantes de la libertad". Y si hablamos de educación, no podemos olvidar a Sarmiento: ?Todos los problemas son problemas de educación.? La actualidad dice que la educación va de reforma en reforma, que la deserción es enorme, los alumnos de la secundaria repiten casi todos , el nivel al ingreso a la Universidad es paupérrimo y los pocos jóvenes que deciden estudiar y pueden seguir después de la secundaria prefieren carreras cortas de dos o tres años, que muchas veces no cubren ninguna demanda laboral. Nos acostumbramos a la ley del menor esfuerzo, del éxito inmediato. La danza de la lluvia Las crisis tuvieron que ver con las sequías, con el factor climático. Si había pocas lluvias, la producción era poca, las exportaciones bajaban, no ingresaba dinero y no se podía pagar la deuda. Este ciclo fue recurrente en nuestra historia. Si no llovía nos volvíamos más pobres. No pudimos romper este cerrojo, que limita el crecimiento. Seguimos discutiendo entre agricultura o industria. Continuamos peleando. La idea del libro es ayudar a superar este debate. Estamos lejos del mundo. Geográfica y económicamente. Esto implica que cuando queremos exportar, vender y llevar las mercaderías a otros países el traslado se hace muy costoso. Nuestros productos tienen un costo adicional que dificulta vender. Los países ricos están lejos. Los ricos son los que más compran y mejor pagan. Por eso necesitamos tener buena infraestructura para que los costos de transporte no sean tan altos. Estamos económicamente lejos. La riqueza del país estaba cerca de los demás países a principios de siglo. Para Philip Kotler, Argentina era el segundo país más rico a principios del 1900, detrás de Estados Unidos. Italia, España, Canadá Australia, todos estaban detrás nuestro. En algún momento del siglo 20 estos países despegaron y Argentina se mantuvo contenida por sus problemas internos. Argentina tiene un problema estructural que es que exporta lo que come, o come lo que exporta, según el orden que prefiera el lector. Esto significa que Argentina exporta carne y trigo, históricamente. La buena noticia que significa para un país que el precio de las mercancías que vende aumentan, no siempre son bienvenidas en Argentina, ya que esto también significa mayor inflación, fuerte erosión de los ingresos de las clases menos pudientes y problemas de abastecimiento de dos productos que por costumbres y hábitos son de difícil reemplazo en la dieta de los argentinos. No son tantos los países que sufren algo similar, aunque es bueno destacar que otros países como Chile, disfrutan plenamente cuando el cobre aumenta su precio ya que crecen sus exportaciones, hay mas Ingresos fiscales y más dinero circulando por la economía sin afectar directamente a los precios. En cambio, en Argentina y en otros países productores y exportadores de alimentos esta relación complicada se repite. En el libro analizamos profundamente este problema. Mal de muchos, consuelo de tontos. Mal de todos, problemas de todos. Endeudarnos es deporte nacional. La historia nace en la época del primer presidente, Bernandino Rivadavia y el celebre préstamo de Baring Brothers. Pocos años estuvimos liberados de deuda. Nos encanta gastar más de lo que ingresa. Aunque el problema se profundiza por dos elementos: pedimos para un objetivo pero gastamos el dinero para otra cosa y pedimos prestado a largo plazo, total no lo pagará el gobierno que lo gasta sino el próximo. En épocas malas se seguía comprando lujo. Los gobiernos contraían préstamos para pagar los préstamos anteriores. Créditos a largo plazo para consumo a corto plazo. Los países que luego fueron importantes se endeudaban también, solo que para mejorar la infraestructura. Plata dulce. Rodrigazo. Inflación. Déficit Cero. Blindaje. Convertibilidad de Pelegrini y Menem. Megacanje. Las rentas de aduana así como el comercio exterior han tenido una gran importancia en nuestra historia. Antes del primer Gobierno Patrio las discusiones sobre el monopolio español o el libre comercio fomentado -principalmente por Inglaterra-, fueron un motivo principal de lo que llamamos Revolución de Mayo. España compraba toda la mercadería de Inglaterra y Francia principalmente, y la vendía a sus colonias, quienes no podían comerciar directamente con esos países. Esto generaba grandes ganancias a los españoles, pero mayores precios para los consumidores locales. El ingreso principal del Virreinato para mantenerse eran las rentas aduaneras, y también lo fueron para el primer Gobierno Patrio. Esta situación se mantuvo muchos años y fue la principal causa de la lucha entre Unitarios y Federales, por los impuestos recaudados por la Aduana. Años después, dictada la Constitución de 1853, la discusión seguía basándose en como se distribuían los ingresos provenientes del puerto. Y mucho más acá, en el conflicto de 2008 entre Gobierno y el campo, la discusión no era otra que los derechos de aduana y como se distribuían. En esto también pasaron 200 años y si 20 años no es nada? ¿200? Nuestros héroes se fueron al exilio, murieron pobres y olvidados o directamente los asesinamos. Los ídolos de ayer, hoy son nada. Mientras en Estados Unidos sus dos mayores próceres, Washington y Lincoln fueron presidentes, en Argentina, San Martín terminó exiliado lejos del país, y nunca ejerció ningún cargo. Belgrano fue Vocal en la Primera Junta, de la que partió para combatir en Paraguay. Después de eso fue al Ejército del Norte, y de allí a la pobreza y el olvido. Muere solo, rodeado de pocos amigos y muchas deudas el 20 de junio de 1820. Muchos años después pasaba a ser el padre de la patria. Y hasta después le quitan ese título y le dejan el de ?Creador de la bandera? como lo difunden en la historia escolar, reduciendo al mínimo todo lo que hizo este verdadero patriota. Sin dudas dejaron todo por el país, sin embargo el país les dio la espalda. Curiosamente se apoyó al bando contrario. ¿Siempre elegimos mal? Preferimos al ?carismático? Saavedra contra Belgrano o Moreno. A Alvear contra San Martín. En nuestra historia, Liniers es héroe de la recuperación después de las Invasiones inglesas, y dos años después es ejecutado por traidor y rebelde? Comprar caro, vender barato ¿Los términos de intercambio? No hay forma simple de explicar los términos de intercambio . Es el precio que pagan los que compran nuestros productos contra el precio que pagamos por los productos que adquirimos al mundo. Si los precios de lo que compramos sube mayormente que los precios de lo que fabricamos y vendemos, es probable que por ese solo efecto nos volvamos más pobres. Fabricando la misma cantidad, nos volvemos relativamente más pobres. Esa relación se ha dado casi en toda nuestra historia, salvo breves periodos de tiempo. Resultado: Fuimos siendo cada día más pobres. Más pobres, a pesar de que nos llamamos, Argentina (plata) y tenemos el Río de la Plata? Y cada día mucha gente sufre el hambre en un país que produce alimentos para millones de personas. Somos en si una contradicción. Argentina viene del latín argentum, que significa plata. Sin embargo nunca hubo plata en nuestro país. Desde el nombre aparentamos otra cosa diferente a la que somos. Chantas. Agrandados. Fiolos. Chamuyadores. Ventajeros. Fayutos. ¿Somos más de los que nos creemos? ¿Hay mal que dure doscientos años? Hacete amigo del juez. Es lo mismo un burro que un gran profesor. El que no llora no mama y el que no afana es un gil. Es lo mismo el que labura, noche y día, como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley. Somos un tango, un tango triste y melancólico. Y la Argentina tiene mucho de tango. En el libro buscamos en el tango algunas repuestas, alguna ayuda. Esa serie de males en los que incurrió nuestro país, nuestros gobernantes y cada uno de nosotros como pueblo, se fueron repitiendo. ¿Hemos aprendido algo? Del tanto triste y melancólico, queremos pasar a una canción de esperanza, del ?podemos?, ¿Por qué no soñar? Ahora ¿Todo es desesperanza? Al contrario, hay muchos indicios que despiertan la esperanza. Muchos. 20 años de democracia en un país con una historia repleta de golpes. Cada día nos encontramos con héroes anónimos. Pobres que devuelven miles a aquellos que perdieron dinero. Bomberos que arriesgan su vida por nada. Docentes que se esfuerzan a pesar del bajo sueldo, poco prestigio social, y que en frente del aula, intentan diseñar un país mejor. Actores que nos hacen quedar bien en el mundo. Deportistas que son ejemplos dentro y fuera de la cancha. (Lamentablemente los ?otros? tienen más prensa) Reforma del 18. Generación del 80. Premios Nobel. Oscars. Grandes científicos y deportistas. ¿Soñamos con un país diferente? Creo que sí. Un pequeño cambio, el cambio. Si hacemos un pequeño cambio individual, multiplicado por cuarenta millones de cambios, podemos hacer mucho. No cruzar en rojo, no arrojar basura, reciclar, pintar nuestra aldea, un acto solidario, una mano dada a tiempo, un bocinazo que no demos, un voto mejor pensado, participar en una ONG. Escribía Belgrano, la unión es un valor inestimable en una Nación para su general y particular felicidad; todos sus individuos deben amarla de corazón y pensar y hablar de ella como de la égida de su seguridad; cualesquiera que así lo ejecute, no importa que le falten grandes recursos, con la unión se sostendrá, con la unión será respetable; con ella al fin se engrandecerá?. 40 millones de acciones. 40 millones de ?¿Te doy una mano??. Un pequeño cambio por día, un gran cambio. ¿Por qué no? La intención del libro es intentar responder a estas preguntas. Acercarnos a algunos temas de estos doscientos años, para llevarnos a una reflexión, de pensamiento y también de esperanza. Es objetivo también mostrar una visión optimista del futuro, porque a través de los años, algunas cosas hemos aprendido?