Los objetivos son: estimar tasas de protección directas, indirectas y totales para ganado (1933-1959);extender la estimación de las tasas directas para ganado y agricultura (2006-2011); y analizar la respuesta de los productores. La regla: las tasas de “protección” son negativas. El sector ha podido sobreponerse debido a la respuesta de los productores a los incentivos económicos, y para el cambio tecnológico. Últimamente, precios relativos favorables, especialmente para soja. Ello ha posibilitado altas tasas de crecimiento, recuperando rentabilidad para agricultura, especialmente para soja en los últimos años. El efecto derrame sobre el resto de la economía es evidente