CRISAFULLI JORGE LUCIANO
Congresos y reuniones científicas
Título:
El sector de cultivos de cereales y oleaginosas en la estructura productiva de la Provincia de Córdoba. Un estudio a partir del modelo insumo-producto
Lugar:
Rosario
Reunión:
Congreso; Congreso de Economía: Las regiones y la producción; 2008
Institución organizadora:
CEPAL, Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la Universidad Nacional de Rosario, Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Rosario y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe.
Resumen:
Aún con sus limitaciones ya explicitadas, la Matriz Insumo Producto de Córdoba, permite caracterizar al sector Cultivos de cereales, oleaginosas y pastos forrajeros y fundamentalmente revelar cuál es su posición en el marco de la estructura productiva provincial. De este modo, podrían resumirse las principales conclusiones diciendo que en términos económicos el sector resulta simultáneamente: un líder entre los sectores que exhiben mejores resultados en términos de generación de valor; un caso paradigmático de una cadena con un alto grado de concentración, y uno de los sectores con indicadores más bajos en términos de ?calidad? de empleo contratado y distribución del valor generado. Para validar la primera parte de la afirmación se puede mencionar que el sector Cultivos de cereales, oleaginosas y pastos forrajeros es el que más aporta al VBP (11,9%) y al VA provincial (15,2%) y el que mayor cantidad de divisas genera a la economía provincial, sobre todo si se tiene en cuenta que junto con el sector de Aceites y subproductos (con el que está altamente relacionado) generan el 78% de las divisas externas generadas por la provincia de Córdoba. En segundo término, este sector es uno de los principales ejemplos de la concentración de la economía cordobesa, si se observa que la propia estructura de sus encadenamientos se halla poco diversificada tanto hacia atrás (con un IHH de compras de 3039) concentrando el 75% de sus compras a dos sectores, como hacia delante (IHH ventas 3404), en las que el 53% de las ventas se centra en un único sector (Aceites y subproductos). En el marco de esta concentración, el sector se posiciona además como uno de los principales Sectores Base, con un coeficiente FL (relaciones ?hacia delante?) superiores al promedio (4,49) y coeficientes BL (relaciones ?hacia atrás?) inferiores al promedio (1,23), Esta posición, compartida con otros sectores primarios guarda relación con la menor participación relativa del sector sobre el VBP provincial, si se la compara con el peso del mismo en términos del VA provincial (dado que tiene menores consumos intermedios que los sectores industriales). Este lugar en la estructura hace que el sector posea un menor efecto ?arrastre? sobre el resto de la economía ante un crecimiento en su producción. Si bien sus eslabonamientos hacia delante son de mayor relevancia, sobre todo con algunos Sectores Claves como Aceites y subproductos, Cacao y Chocolate, Molienda, etc. en este caso resulta más difícil predecir a partir de ello un efecto de ?tracción? sobre la economía. En tercer lugar, con relación al empleo generado, el sector aparece entre los 15 sectores que concentran el 77% de los puestos de trabajo existentes (lo que muestra una estructura del empleo provincial también concentrada), aunque su participación representa sólo el 2,5% del total provincial con 29.096 puestos directos de trabajo. El alto grado de productividad laboral y la automatización en sus procesos productivos hace que el sector sea uno de los que tiene menores coeficientes directos de empleo. No obstante, considerando los encadenamientos productivos, se calcula un multiplicador de empleo para el sector cercano a 2, es decir, los puestos de trabajo prácticamente se duplican si se consideran también los empleos indirectos generados. Los datos anteriores muestran un importante contraste con aspectos relacionados a la calidad del empleo generado, los indicadores revelan que un 65% de los puestos de trabajo son asalariados de los cuales un 61% no está registrado, una cifra que se encuentra por encima del promedio de la economía provincial (52%). Por su parte se observa un bajo salario promedio anual, el cual representa un 61% del salario promedio para la economía de Córdoba; además existe una significativa diferencia entre el salario para asalariados registrados y no registrados, este último representa apenas un 37% del salario promedio provincial. Todos estos contrastes entre los indicadores económicos y laborales se reflejan finalmente en el hecho de que el 95% de la riqueza del sector queda en concepto de intereses, rentas y beneficios, mientras que sólo un 5% se distribuye entre cuentapropistas y asalariados. Frente a la coyuntura actual, los datos aportados por la MIP de Córdoba permiten comprobar con información estadística la relevancia económica que se le atribuye al sector de Cultivos de cereales, oleaginosas y pastos forrajeros, al mismo tiempo que pone en tela de juicio la interpretación habitual que se realiza sobre su posición de ?motor del desarrollo de las economía regionales? si se tiene en cuenta la elevada concentración en términos de los encadenamientos productivos generados y su desigual distribución del ingreso al interior del mismo sector. En cualquier caso, la explicación del ?efecto multiplicador? del sector estaría probablemente más en las decisiones de inversión y consumo de quienes se apropian de la mayor parte de la renta (sea el sector privado o estatal), que en los efectos directamente generados por la actividad a través de los correspondientes encadenamientos productivos. Si bien se puede formular una hipótesis en el plano socio-económico de que es posible fortalecer el entramado productivo y la inserción del sector en la estructura económica con medidas tales como la promoción de encadenamientos hacia atrás (sustitución de importaciones de insumos) y adelante (promoción de sectores industriales), o incentivando la participación de pequeños productores (bajo el supuesto de que estos invierten y consumen en su territorio con mayor probabilidad que los grandes propietarios); no se puede soslayar que los datos llevan también la discusión sobre las políticas de desarrollo económico a un plano político y filosófico acerca de la propiedad de la renta y su justa distribución. Aunque este punto excede los límites del presente trabajo, creemos que los datos aportados pueden contribuir al menos a precisar con mayor exactitud los términos de dicha discusión.