MORERO HERNÁN ALEJANDRO
Congresos y reuniones científicas
Título:
Cambio Tecnológico y Desarrollo Económico: el enfoque de Sistema Nacional de Innovación
Autor/es:
MORERO, HERNÁN ALEJANDRO
Lugar:
Rosario
Reunión:
Congreso; III Jornadas de Economía Crítica; 2010
Institución organizadora:
Escuelas de Economía Política
Resumen:

El crecimiento económico y el cambio estructural que acompañaba el progreso tecnológico fueron de gran interés desde los orígenes de la disciplina económica. Adam Smith y muchos de los economistas clásicos del siglo XIX intentaban demostrar que el capitalismo era un arreglo institucional superior, en términos de producción de riqueza, a las formas precapitalistas de organización social de la producción, así como analizar las condiciones de interrupción al proceso de crecimiento desatado por este sistema en los países desarrollados. Sin embargo, durante la primera mitad del siglo XX, el tema del crecimiento pasó a un segundo plano, inicialmente por el avance del análisis microeconómico neoclásico, más preocupado por el problema de la asignación, y luego por la enorme atención que llamó el problema del desempleo posterior a la gran depresión de los años treinta.
Luego de la Segunda Guerra Mundial (SGM) el crecimiento económico vuelve a estar entre las principales preocupaciones de la economía, incentivado en buena medida por la disponibilidad de nuevas estadísticas económicas. Es en ese momento y durante el período de descolonización que siguió a la SGM, que toma fuerza la disciplina del Desarrollo Económico, motivada por analizar las formas en que se podía acelerar el ritmo y la calidad del proceso de crecimiento en los países más pobres, los países en desarrollo (PED).
El principal objetivo de estos esfuerzos era elucidar la naturaleza del atraso económico y las formas de superación del mismo, atendiendo a que los PED difieren estructural, institucional y funcionalmente de las economías nacionales desarrolladas. La acumulación de capital y la inversión eran los principios a estimular para romper el círculo vicioso de la pobreza de los PED. A partir trabajo de  Rosenstein – Rodan (1943) siguieron acalorados debates acerca de la posibilidad de crecimiento balanceado en los PED, y los principales aportes dentro de esta sub – disciplina  se sucedieron durante la década de 1950 (Dobb, 1951; Singer, 1952; Nurske, 1953; Lewis, 1953; Hischman, 1958). Hacia principios de la década de 1980, Hischman (1981) declaraba el fracaso del programa de los economistas ‘clásicos’ del desarrollo. Ahora, se abría paso el análisis del desarrollo económico a través del uso de las herramientas de la economía estándar del crecimiento (Lundval et al., 2009) y su enfoque fue relegado en favor de la modelización formal del crecimiento que siguió la línea abierta por el modelo de Solow.
Sin embargo, la investigación acerca del crecimiento, había comenzado ya tempranamente en la década de 1950 y  se abocó a hallar sus determinantes inmediatos, focalizándose en los países desarrollados (que constituyen el estadio al que aspirarían los PED) (Schmookler, 1952; Fabricant,1954; Kendrick,1956; Abramovitz, 1952). Ésta mostró que el crecimiento del producto en países desarrollados, como los EUA, había sido significativamente mayor del imputable al crecimiento de los factores por sí mismos. Los autores atribuían la mayor parte del crecimiento a una serie de factores: rendimientos crecientes a escala, inversiones en capital humano, reasignación de recursos de actividades de baja a alta productividad, pero principalmente, al avance tecnológico.
Luego, Solow (1957) señalaría el mismo resultado: alrededor de 7/8 del crecimiento de la productividad en los EUA en los primeros 50 años del siglo pasado era ‘explicada’ por el residuo respecto del crecimiento de los factores, lo que se atribuyó al progreso tecnológico. A diferencia de las investigaciones anteriores, más bien de carácter apreciativo, este enfoque partía de un modelo formal (Solow, 1956) que generó suficiente impacto en la disciplina como para erigirse en el marco seminal de la moderna economía ortodoxa del crecimiento y a partir de allí surgieron diversas líneas de trabajo en la economía ortodoxa para explorar las fuentes del crecimiento. El mensaje que emanaba de este enfoque del crecimiento era tranquilizador para los PED: dado que la técnica es un bien libre, bajo liberalización de los mecanismos de mercado, los países deberían alcanzar el mismo nivel de desarrollo y crecer al mismo ritmo en el largo plazo, y las diferencias observadas no eran más que aspectos transitorios o pasajeros.
Desde mediados de 1980, abrumados por la evidencia empírica, las perspectivas señalaban, en el mejor de los casos, convergencia condicional entre los países (a través de la introducción de algunas nociones ad-hoc del fenómeno de convergencia) y la evidencia empírica nunca fue concluyente (Temple, 1999). Así, a principios de la década de 1990 surge en la ortodoxia una familia de nuevos modelos de crecimiento económico. Las nuevas teorías del crecimiento encontraron en los hallazgos de la década de 1950 (rendimientos crecientes, capital humano, innovación y avance tecnológico, etc.), las explicaciones del crecimiento en modelos que endogeneizaran el crecimiento y mostraban (en determinado lenguaje formal) de que ciertos factores susceptibles de ser influenciados por políticas estructurales pueden frenar o impulsar el crecimiento (Amable et al., 2008).
Paralelamente a estos esfuerzos, en la década de 1980 surge una familia de modelos evolucionistas que ya presentaban una aprehensión endógena del fenómeno. Sin embargo, estos modelos parten de una concepción radicalmente distinta sobre la naturaleza del cambio técnico y la tecnología. Son modelos de simulación que permitieron explicar endogenamente los patrones de crecimiento de los países basándose en micro fundamentos evolucionistas. Esta línea de investigación avanza luego aunando esfuerzos con la economía institucionalista, hacia fines de la década de 1980 y principios de 1990, en un enfoque que permite incorporar el análisis de la influencia de las instituciones en el desempeño de las naciones: se consolida así lo que Lundvall (1988) denominó el enfoque de Sistema Nacional de Innovación.
El cambio técnico ha ocupado y ocupa un lugar privilegiado en las teorías del crecimiento: es considerado como la principal fuente del crecimiento económico de las naciones y la fuerza motriz esencial que subyace a los procesos de desarrollo de los países. Por esta razón, la concepción de la tecnología y la noción del cambio tecnológico asociada a las teorías de crecimiento y desarrollo de los países es de una importancia capital en la disciplina. El foco de la presente ponencia es precisamente presentar y analizar críticamente la concepción de la innovación y la tecnología en las principales teorías modernas que guían el análisis del desarrollo económico de las naciones para apreciar las ventajas y limitaciones del moderno enfoque de Sistema Nacional de Innovación. En primer lugar, en la sección I, se repasa la concepción de la economía ortodoxa del cambio tecnológico y la manera en que esta concepción se incorpora al análisis del crecimiento económico de los países. Primeramente respecto al modelo de Solow, para luego revisar los modelos emblemáticos de las “nuevas” teorías del crecimiento: el modelo de Romer (1990), el de Grossman y Helmpan (1991) y el de Aghion y Howitt (1992).  Acto seguido, en la sección II se contrapone la concepción evolucionista del cambio tecnológico y la innovación desde el enfoque de Nelson y Winter (1982), y se presentan los más emblemáticos modelos de crecimiento en esta línea de investigación. Por último, en la sección III, se presenta el marco teórico de Sistema Nacional de Innovación como un enfoque a partir del cual estudiar los procesos de desarrollo de las naciones incorporando el análisis institucional en el camino.