FIGUERAS ALBERTO
Congresos y reuniones científicas
Título:
LA INFORMALIDAD EN EL MERCADO LABORAL: SU HETEROGENEIDAD REGIONAL COMO LIMITACIÓN AL CRECIMIENTO SOSTENIDO
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; 22° CONGRESO NACIONAL DE PROFESIONALES EN CIENCIAS ECONÓMICAS.; 2018
Institución organizadora:
Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas
Resumen:
RESUMENUno de nuestros desafíos, presente desde décadas y todavía no cumplido, es llegar a contar con economías regionales competitivas (a nivel internacional), en un marco de crecimiento regionalmente homogéneo y sostenido en el tiempo. Para cumplir este desafío, la utilización ?plena? de la mano de obra (capital humano) es algo necesario; y en este sentido, la presencia de informalidad en el mercado laboral resulta ser un obstáculo importante.De allí el propósito del presente trabajo, que se focaliza en el estudio de la importancia de las diferencias regionales existentes en el grado de informalidad laboral en Argentina. En definitiva, la relevancia de la región geográfica (provincia) en la determinación del nivel de informalidad laboral en nuestro país. En este sentido, se expone evidencia descriptiva de tales discrepancias y se estiman modelos basados en datos de panel construidos por medio de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en los cuales se relaciona la informalidad con características individuales del agente económico y de la empresa en que éste se inserta (tamaño del establecimiento) así como también con relación a variables jurisdiccionales (que influyentes sobre la perspectiva estructuralista e institucionalista de su problemática). Respecto a las características individuales, se encuentra un efecto diferencial ligado a una mayor de incidencia de informalidad entre mujeres ocupadas y una asociación inversa entre el nivel educativo alcanzado por la persona y su probabilidad de recaer en un empleo informal. De igual manera, la informalidad tiene relación inversa con el tamaño del establecimiento. Finalmente, entre las variables de carácter jurisdiccional estructurales se encuentra que la relación de población activa sobre el total de pasivos, la densidad empresaria y la proporción de empleo ligado al sector productor de bienes transables constituyen variables asociadas inversamente a la presencia de informalidad, mientras que el nivel de desempleo se asocia en forma directa con dicha variable. Por su parte, desde la perspectiva institucionalista, se encontró que una mayor presencia del Estado en términos de su gasto en personal sobre el total de sus erogaciones puede resultar en una menor incidencia de la informalidad; no obstante debe apuntarse que se requiere de mayor evidencia para analizar el impacto de argumentos de burocracia e institucionalidad sobre la calidad del empleo privado.La historia argentina, incluso la reciente, nos señala que las diferencias regionales son amplias y persistentes. Una de sus aristas es la informalidad. Como los modelos señalan, los aspectos jurisdiccionales (provinciales) son una variable de peso para el nivel de informalidad (aunque, desde ya, no la única). Como muestra evidente de esa heterogeneidad se presenta en el trabajo un acápite descriptivo que, en una primera aproximación, resulta muy revelador.Para contar con el consenso social, que es necesario para adoptar medidas de política económica, a veces críticas, que se requieren para un crecimiento que sea sostenido en el tiempo, estas disparidades espaciales deben ser removidas por vía de acciones políticas inteligentes, que conduzcan a mercados competitivos, o dicho de otro modo que sean capaces de brindar bienes y servicios a precios internacionalmente competitivos, capaces de exportar (a nivel internacional y a nivel nacional extra-región) y que atraigan inversiones extranjeras directas. Es decir, ahorro extranjero aplicable directamente al proceso productivo y no solamente fondos financieros de corto plazo para cubrir déficits de ahorro nacional (en particular, desahorro público).Dada la falta de homogeneidad espacial, las recomendaciones de política deberían focalizarse apuntando a cada una de las provincias (o regiones). Pero esto va más allá de las ambiciones y posibilidades concretas de este trabajo. Sin embargo, algo es obvio: el desafío central en estas primeras décadas del siglo XXI es la generación de puestos de empleo (o sea, demanda laboral), con productividad a nivel competitivo.No caemos en la perspectiva utópica (jamás cumplida en la ?historia universal?) de una economía espacialmente igualitaria, pues el sendero histórico ya recorrido hasta hoy (path-dependence) marca los pasos del futuro. Es un hecho, nos guste o no. Pero si se concreta una acción estatal (v.gr. generar infraestructura adecuada, que reduzca costos) que paute un camino de convergencia y no de divergencia (como los datos disponibles, dada la heterogeneidad, parecen señalar), el crecimiento del nivel de actividad, del empleo y del ingreso por habitante, será posible, y mucho más probable, contar con economías regionales competitivas a nivel internacional, en un marco de crecimiento regionalmente homogéneo y sostenido en el tiempo.