MARGARIA OSCAR ALCIDES
Libros
Título:
La fuerza de la virtualidad. Experiencias sobre docencia, investigación y gestión en tiempos excepcionales
Editorial:
Editorial Económicas
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2021 p. 278
ISSN:
978-987-47695-7-2
Resumen:
La idea de construir y publicar un testimonio colectivo de las vivencias y experiencias de este tiempo transitado en el espacio virtual es muy relevante para nuestrainstitución, porque nos permite reflexionar sobre lo que fuimos capaces de hacercomo comunidad. Digo hacer, porque en gran medida estos tiempos estuvieronmarcados por nuestras acciones, las circunstancias nos condujeron a actuar.También considero que son relevantes estos testimonios, y las reflexiones que inspiren, porque quizás no seamos del todo conscientes de que el camino que empezamos a recorrer en marzo de 2020 representa un camino nuevo, que se construyea cada paso a partir de aprendizajes colectivos, y que muy probablemente no nosdevolverá al mismo sendero que estábamos acostumbrados a transitar. Es típicamente un tiempo de transición, un tiempo disruptivo.El punto de partida de aquel marzo 2020 fue tal vez el momento más difícil, porqueestuvo marcado por un alto grado de incertidumbre, por la inmediatez y la aceleración con las que tuvimos que implementar cambios profundos, y por el desconocimiento e inexperiencia de parte de la mayoría de quienes formamos nuestra comunidad, acerca de las herramientas a las que necesitábamos recurrir para continuarrealizando nuestros trabajos. Fue el tiempo de la inmersión en el entorno virtualen todos los órdenes, fue el tiempo de implementación de acciones de emergencia.Habiendo trascurrido más de un año de aquel comienzo, pienso que hoy experimentamos otras sensaciones, las que dan cuenta de la enorme tarea que fuimoscapaces de realizar. Son sensaciones de orgullo, pertenencia, satisfacción e impulsopara seguir pensando en lo que podemos mejorar y ofrecer hacia adelante.Considero que hay dos claves para explicar las respuestas que dimos como institución en estas circunstancias. La primera está asociada a las capacidades institucionales desarrolladas a lo largo de muchos años, las cuales constituyen de algúnmodo una marca identitaria de nuestra Facultad, que fue precursora en muchosdesafíos innovadores. Esa impronta quedó plasmada en varios de los lineamientosdel Plan de Desarrollo Institucional que formulamos con la participación de todoslos claustros.En esta línea se inscriben la creación del área de Formación y Producción Educativa(FyPE) y su impulso a los procesos de innovación de la enseñanza, como así también, todas las acciones implementadas en orden a agilizar procesos, enfocados alas necesidades de usuarios/as, a partir de la utilización de entornos tecnológicos,lo que facilitó la migración al trabajo remoto de la administración y gestión de todaslas áreas.La segunda clave estuvo dada por la actitud asumida por el conjunto de nuestracomunidad ante el desafío que se nos presentó. Desde el primer momento primó lavocación y el compromiso de sentirnos parte de una institución pública que asumeresponsabilidades y misiones ante la sociedad.A pesar de las dificultades lógicas de una situación de emergencia, de la incertidumbre, del desconocimiento del entorno en que debíamos trabajar, la Facultadnunca se detuvo, sino que sostuvo su impulso a partir de la fuerza de su comunidad, que siempre eligió el camino de pensar en propuestas y soluciones antes quedetenerse en los obstáculos. Durante este recorrido sin dudas maduramos y crecimos mucho como comunidad, aprendimos a compartir experiencias, a trabajar másen equipo y de manera colaborativa al interior de las cátedras, entre las cátedras yentre docentes, nodocentes y estudiantes.Son muchos los aprendizajes sumados en este corto tiempo, pero quizás el másimportante sea la capacidad que desarrollamos para adaptarnos a un contexto com-pletamente diferente al que estábamos habituados. Esa capacidad y flexibilidadpara superar nuestra natural resistencia a los cambios es una condición necesariapara desenvolvernos y para validar el rol social que tenemos como integrantes deuna institución académica en los tiempos que corren, marcados por entornos dinámicos, que cambian aceleradamente por la influencia del cambio tecnológico entodos los órdenes.Como sabemos, la pandemia representó en muchos sentidos una verdadera catástrofe, en vidas humanas y situaciones personales, en el aumento de la desigualdad,en pérdidas económicas que representan muchos años de esfuerzos. Pero comosuele suceder con las crisis profundas, también aparecen las oportunidades. En miopinión, para el caso de las universidades en general y en particular de nuestra Facultad, ésta es una oportunidad que estamos capitalizando en experiencias, aprendizajes e innovaciones que nos va a permitir construir una propuesta educativa ypedagógica mejor a la que ofrecíamos antes de la pandemia.Volviendo a la idea de la construcción colectiva de un nuevo camino, plasmada enlos primeros párrafos de este prólogo, pienso que el gran desafío que ahora se nospresenta como institución es pasar del momento de la emergencia a un momentode naturaleza estratégica, que nos permita visualizar y construir la hoja de ruta denuestra Facultad para los próximos años. Confío en que en este desafío, nuevamente, la fuerza de nuestra comunidad se impondrá, alcanzando las soluciones que lostiempos exigen.