Los biosensores electroquímicos enzimáticos se basan en la interacción del analito con una enzima que se inmoviliza cerca o sobre la superficie del electrodo de trabajo. Se han diseñado diferentes estrategias de inmovilización [1]. En esta oportunidad la enzima se fija en matrices de hidrogel [2]. Si bien existen numerosos trabajos destinados a mejorar la sensibilidad y estabilidad de biosensores, se desconocen muchas de las variables que controlan estos parámetros [1]. En este trabajo se compara el funcionamiento de biosensores de glucosa, oxalato y lactato construidos en matrices de mucina y quitosan. Se emplea un modelo analítico para simular las respuestas experimentales y evaluar de las variables de cada sistema.