Los estatutos de las universidades nacionales establecen para los docentes tareas de docencia, investigación y extensión. Es decir, la docencia universitaria implica, por una parte, profesores que poseen el dominio de un área del saber y son capaces de compartirlo y transmitirlo en el aula; además, los docentes universitarios investigan para generar nuevos conocimientos, identificando problemas, proponiendo soluciones y aplicando y difundiendo los resultados obtenidos. Finalmente, a través de la actividad extensionista, el docente contribuye a afianzar el vínculo entre la Universidad y la comunidad.
En la interacción del docente con estudiantes y pares, por ejemplo, la palabra hablada adquiere especial relevancia cuando se trata de transmitir conocimientos, presentar información o dar a conocer resultados y compartir experiencias en el área de la investigación; las presentaciones orales, las conferencias o charlas son modos de comunicación muy frecuentes. Como dice Roulet (1991 en Rojas 2010:279) para la comunidad científica (y docente) ?la lengua oral ya no es una pariente pobre de la lengua escrita.?
Este trabajo pretende describir aspectos de la lengua hablada que contribuyen significativamente a la comunicación y que no tienen contraparte en la lengua escrita. Estos rasgos de habla, denominados rasgos prosódicos, incluyen el ritmo, la entonación, la variación en la altura tonal, la pausa y el fraseo. Los rasgos prosódicos son parte del sistema lingüístico, producen diferencias en el significado y, por lo tanto, deben ser empleados eficientemente. Describiremos los principales rasgos prosódicos y su rol en la estructuración de una presentación oral científico-académica.
