Los sensores ópticos de pH utilizan la respuesta espectral dependiente del pH de determinados indicadores acido-base inmovilizados en sustratos sólidos [1]. En muchos casos, una película delgada de un polímero conteniendo el indicador funciona como elemento sensor [2,3]. La principal ventaja de estos dispositivos radica en la posibilidad de construir sensores miniaturizados además de que normalmente permiten determinar valores de pH en regiones extremas (pH muy ácidos o muy básicos) sin los problemas de error alcalino y ácido de las membranas de vidrio convencionales [4]. En este trabajo se informa la preparación y caracterización de películas de quitosán entrecruzado en las cuales se inmovilizó el colorante Tionina.
Se encontró que el colorante mantiene sus propiedades ácido-base aún inmovilizado dentro de la matríz polímerica. El equilibrio responsable del cambio espectral, dependiente de pH, involucra un equilibrio reversible entre Tionina (abs máx 650nm) y su imina conjugada (abs máx 520 nm) [5]. Este cambio espectral reversible permite cuantificar el pH en un rango de 9,5 a 12,5 utilizando el cociente entre los máximos de absorbancia a 650nm y 520 nm. Por otro lado las películas se utilizaron para medir el pH interfacial durante la electroreducción de H202.
Las excelentes propiedades mecánicas y filmogénicas de quitosán entrecruzado y la respuesta espectral de Tionina inmovilizada indican que estos compósitos pueden ser utilizados para construir un sensor óptico de pH.