Sobre la base de la evaluación de la fuente de información y la evaluación de los elementos de la interacción, incluyendo fines comunicativos, se adopta una postura epistemológica particular, es decir una construcción subjetiva de la información, y se seleccionan opciones lingüísticas de evidencialidad, deixis y referencia. Las convenciones culturales y de la comunidad de habla influyen en el modo en que se evalúa el modo de adquisición de conocimiento. Esta perspectiva se aplica aquí a datos de discurso oral natural en la sala de audiencias. Este trabajo enfoca los hallazgos sobre posturas epistemológicas inferencial y de experiencia personal en el género alegato final. Con frecuencia la evaluación la evidencia como inferencia aparece en el modo discursivo argumentativo. Cuando se la codifica gramaticalmente eligiendo inscribir el yo en el texto se manifiesta un lenguaje cotidiano asociado a los modos de hablar no institucionales. Un ejemplo es la construcción condicional que realiza una generalización causal y predica acerca de sujetos indefinidos o múltiples aunque se exprese gramaticalmente en un yo. Los alegatos de los defensores se caracterizan por la expresión de la subjetividad del litigante en general, lo que incluye la adopción de la postura epistemológica de experiencia personal. Esta postura afecta a la narrativa restrospectiva de los hechos que motivaron el juicio. Su efecto retórico se orienta a la persuasión.  La construcción del conocimiento de este modo autoreferencial e indicial tiene la cualidad de ser inmune a los desafíos epistémicos. La meta comunicativa de hacer prevalecer una determinada representación de la realidad da cuenta de la existencia y la aprobación cultural de esta práctica de profesionales del derecho al presentar conocimiento en el alegato. Por otro lado, en la dimensión pragmático-evidencial corroboramos  la variabilidad de los géneros discursivos.