El propósito de esta presentación es re articular la agenda de DDHH en una zona de la cultura como es la literatura y más específicamente el relato policial, considerado en relación con la criminalidad juvenil. No quisiera avanzar en esta presentación sin antes observar que desde el Siglo XIX tanto en Europa como EEUU este género avanzó en su teoría partiendo de la relación consustancial entre delito, investigación y ciudad. Es decir, más allá del o los detectives y de las víctimas, la historia tejida entre estos dos tuvo como principal territorio de implicancia la urbe modernizadora pero ¿cuál es la importancia de orden cultural cuando aquella se ubica en ese territorio deportado por Occidente que llamamos periferia? Y ¿cómo conjugar la presencia del joven o de los jóvenes en Argentina a comienzos del nuevo milenio?.
Sostengo que las nuevas poéticas alojadas en el policial, en sus distintas variantes en Argentina, reconfiguran la relación joven-crimen como uno de los nuevos temas que dan cuenta de una violencia que hace blanco en las subjetividades. Uno de los autores que trataré en esta presentación, Javier Sinay, ha expresado en su prólogo que en realidad jóvenes en la literatura hubo siempre y jóvenes delincuentes también. Algunos de ellos relacionados con explicaciones positivistas como la historia del ?Petizo orejudo? en los primeros años del Siglo XX. Pero el corpus que recorté posee historias ubicadas en una traza borrada, la placenta urbana del ex cono industrial bonaerense, territorio de la militancia obrera estudiantil de los setenta, territorio desde el menemato hasta la actualidad de una profunda pauperización, o bien se trata de un sur que aun se sitúa en el margen de la periferia o la clase media, sector social pauperizado durante los noventa. En este sentido, los personajes de las historias relatadas por los autores como Leonardo Oyola en su novela Santería (2008) como los de Matar y Morir antes de la adultez (2010) de Javier Sinay re conducen las reflexiones sobre lo policial como género, y también lo policial en una franja de una ciudad, la ?delincuencial? porque el discurso jurídico ante el acto de matar y de morir los coloca en las frías fojas de los tribunales de donde derivará por las consecuencias jurídicas y el peso del amarillismo de las noticias en una ciudad o ciudades criminalizadas.
