La actividad biológica de un dado fármaco está directamente relacionada con factores estructurales, hidrofóbicos y electrónicos Entre los objetivos de los estudios de relaciones cuantitativas estructura-actividad (QSAR) destaca el poder predecir la acción terapéutica de una molécula aún no sintetizada o cuya actividad biológica es desconocida.
La hidrofobicidad de una especie es consecuencia de factores electrónicos y estructurales. La voltametría cíclica aplicada a una interfaz líquido/líquido permite obtener coeficientes de partición de una especie ionizada. Así, se estudió la partición de varias moléculas pertenecientes a dos familias de psicofármacos, con el fin de correlacionar para cada una, la partición con modificaciones estructurales y con la actividad biológica. Fenotiazinas y benzodiazepinas, agentes antipsicóticos y ansiolíticos respectivamente, describen de forma diferente a la acción terapéutica. En la primera familia, el logaritmo del coeficiente de partición de la especie protonada (LogPXH+) correlaciona muy bien con la actividad antipsicótica, mientras que en las benzodiazepinas, DLogP, la diferencia entre el logaritmo del coeficiente de partición de la especie protonada (LogPXH+) y el de la neutra (LogPX) es el descriptor de la actividad ansiolítica.
Las drogas fueron disueltas en el electrolito acuoso y para tal fin, el pH de la solución fue ajustado dos unidades por debajo del pKa de cada droga. Los coeficientes de partición se calcularon a partir del potencial estándar de transferencia.