Cuando El Padrino es La Madrina: Género sexual y género textual en un policial negro de Angélica Gorodischer

Cultura, género y homosexualidad. Estudios interdisciplinares

EDUCC

Lugar: Córdoba; Año: 2005; p. 71 - 94

En la novela Fábula de la Virgen y el Bombero (Angélica Gorodischer, 1993) se cuentan los crímenes e investigaciones policíacas relacionados con el robo de un diamante. La trama se desarrolla en las primeras décadas del siglo XX en Rosario, ciudad en la cual operaba "la Zwi Migdal, la organización que junto con la Mafia controlaba la prostitución, el gran negocio tras la fachada industrial. Alrededor de eso se movían el juego, el contrabando, las falsificaciones... y la policía que, como sucede a menudo, era más corrupta que los delincuentes." Estas características generales de la trama permiten clasificar la novela como un policial negro. El policial negro se constituyó en los Estados Unidos de los años ‘20 y ‘30 en torno de la representación realista de personajes, acciones y códigos morales propios del mundo del hampa en la etapa de madurez del crimen organizado. En tanto género literario, la llamada novela negra es una clase de textos, una entidad abstracta: la representación mental de un texto ideal que no es ninguno de los realmente existentes pero que, de algún modo, los contiene. Esta clase puede ser definida por un conjunto de propiedades temáticas, formales y estéticas atribuibles en mayor o menor grado a textos individuales. Si bien Fábula de la Virgen y el Bombero se adecua al patrón del policial negro, hay también elementos formales y temáticos que se desvían de las expectativas que el lector tiene a partir de su representación mental del género como texto ideal: La combinación de relatos de concienciación de personajes femeninos con las modalidades narrativas propias del género negro; y la aparición de personajes femeninos en roles convencionalmente asociados a lo masculino (como el de cabecilla de redes de delincuencia). Ambos componentes responden a la pregunta "¿Cómo sería el bajo mundo del crimen organizado si fuera visto a través de los ojos de las mujeres y ordenado de acuerdo a valores que ellas definen?". La pregunta revela la perspectiva ideológica desde la cual quien escribe ha evaluado la realidad a representar: se trata de un posicionamiento de género sexual, el cual ha dejado sus huellas en las valoraciones y acentuaciones que impregnan los mencionados rasgos textuales. En esta novela la perspectiva femenina de quien escribe introduce modificaciones semióticas sustanciales en las formas y los contenidos que definen al policial negro. Estas modificaciones evidencian la tensión entre el posicionamiento de género de quien escribe y el sistema de género subyacente al género literario; tensión que puede desarrollar potencialidades de este tipo de textos, o bien deconstruir los principios epistemológicos que lo fundamentan (como la definición falogocéntrica de la diferencia sexual).