LUQUE CECILIA INÉS
Congresos y reuniones científicas
Título:
Masculinidad color verde Lincoln: Robin Hood en el siglo XXI
Reunión:
Jornada; IX Jornadas Interdisciplinarias de Ciencias Sociales y Humanas. ?Preguntas en torno a lo social y lo humano?; 2017
Institución organizadora:
CIFFyH, UNC
Resumen:
La serie televisiva Robin Hood (BBC, 2006-2009) está basada principalmente en The Merry Adventures of Robin Hood of Great Renown in Nottinghamshire, novela escrita e ilustrada por Howard Pyle en 1883. La serie elabora la breve mención en la novela sobre la participación del rey Ricardo Corazón de León en la Tercera Cruzada, como así también el hecho de que, en Ivanhoe de Walter Scott, Robin de Locksley es un oficial de seguridad del rey. La historia comienza cuando Robin regresa a Inglaterra luego de haberse probado en Tierra Santa como eximio guerrero y leal vasallo de Ricardo, pero sin sentirse como héroe. Durante su estadía en Palestina, Robin ha aprendido el árabe y ha leído el Corán para conocer al otro contra el cual estaban peleando, para entender por qué estaban peleando; y ha descubierto que los sarracenos palestinos son tan humanos como los cristianos ingleses, a pesar de las diferencias religiosas y culturales. Por eso Robin considera injusta una guerra en tierras lejanas para combatir a otro pueblo que, en su vasta mayoría, es pacífico, culto y moralmente refinado; los horrores que ha visto y cometido en el campo de batalla lo han llenado de culpa y han vulnerado sus certezas sobre lo que es moralmente correcto y justo. Cuando regresa a Locksley, Robin decide combatir la corrupción de las autoridades para así proteger a su pueblo de la opresión y redimirse por su accionar en Tierra Santa; pero ha decidido también no volver a matar aunque de ese modo pudiese resolver conflictos fácilmente. De hecho, Robin adopta algunos principios morales y civiles de la cultura musulmana, y cita el Corán para darle sentido a su misión: ?Todo hombre tiene un propósito en su vida, que el tuyo sea hacer buenas obras,? (episodio 8, temporada 2, minuto 12:31).El pesar de Robin por haber tomado vidas humanas y su ansia de enmienda retoman el tropo del remordimiento presente en la novela de 1883 pero lo resignifica: la contrición del Robin no emana ya de la religiosidad cristiana que aborrece todo acto malo y vil, sino de una responsabilidad ética ante el Otro; la decisión de negarse a usar la fuerza física para ejercer violencia contra el prójimo es una de las formas que toma esa responsabilidad y la manera en que Robin ejerce su libertad como sujeto moral. Esta resignificación del trayecto heroico del protagonista aparta la serie televisiva de los valores victorianos de su hipotexto novelesco: las proezas del Robin de Pyle dependían directamente de las destrezas corporales y de la fuerza física típicas de su raza sajona; esto lo convertía en ícono representativo de una comunidad imaginada ?Gran Bretaña? identificada tan reductivamente con la ?Inglaterra? sajona que dejaba poco espacio para las identidades escocesa y galesa, de origen celta. Por el contrario, los valores que sostiene el héroe de la serie la acercan al multiculturalismo británico contemporáneo en un claro posicionamiento político en el contexto de los repliegues nacionalistas ante la internacionalización del terrorismo islámico post 2001.Ahora bien, a poco de comenzar la serie, la historia va desdibujando su cáriz político (después de todo, estaba dirigida primariamente a un público infanto-juvenil) para concentrarse en las repercusiones del remordimiento de Robin. Su decisión de no matar lo honra como héroe, pero le dificulta la tarea. Por un lado, sus enemigos ridiculizan su renuencia a ejercer violencia física igualándola con pusilanimidad, lo cual menoscaba su masculinidad y con ella, su confiabilidad como protector del desvalido. Por otro lado, las estrategias temerarias que Robin utiliza para salir de problemas le granjean las críticas de su interés amoroso Lady Marian, quien las interpreta como fanfarronería inmadura e impráctica ?lo cual también pone en duda su masculinidad y su heroicidad. Es así que el Robin Hood de la serie televisiva se ve compelido a sopesar constantemente las implicaciones prácticas y éticas de sus acciones; este complejo proceso de auto-crítica reduce su capacidad resolutiva pero restaura su paz espiritual.De este modo, el Robin de la serie se convierte en un héroe diferente al de 1833: La masculinidad del protagonista de la novela se incardina en un hacer obligatoriamente dinámico y resuelto, sustentado por la fuerza física y la agresividad, intocado por debilidades emocionales; el héroe resulta así un hombre monolíticamente íntegro que exuda auto-confianza ?un verdadero ?merry man? u ?hombre vivaracho?. La serie televisiva, en cambio, construye un personaje menos unidimensional, un hombre conflictuado y reflexivo que alcanza su completo potencial de heroicidad sólo cuando se desprende de la masculinidad al estilo ?merry men?. Es por esto que, aunque bastante mediocre en otros aspectos, la serie descolla al ofrecer un modelo alternativo de masculinidad a su público infanto-juvenil, en una Gran Bretaña donde ?para muchos, la masculinidad [de la vieja escuela] es una carga fatal? y el suicidio es la principal causa de muerte de hombres menores de 50 años.