LUQUE CECILIA INÉS
Congresos y reuniones científicas
Título:
"Cómo lograr justicia social desde la literatura: De la deconstrucción a la formación de opinión pública".
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Jornada; V Jornadas de Encuentro Interdisciplinario: Las ciencias sociales y humanas en Córdoba.; 2007
Institución organizadora:
Centro de Investigaciones "María Saleme de Burnichón" y la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC.
Resumen:
¿Sirve para algo la literatura? ¿Escribir ficciones que buscan el reconocimiento de las diferencias contribuye de algún modo en las luchas por los derechos de las minorías oprimidas o subyugadas? Y analizar críticamente esas ficciones, ¿ayuda a crear conciencia feminista? Busco una posible respuesta para estos interrogantes en los términos de la propuesta teórica de Nancy Fraser sobre el divorcio post-socialista entre las políticas culturales de reconocimiento y las políticas sociales de redistribución y representación. Más específicamente, busco identificar los canales mediante los cuales los actos de escribir y leer literatura que explora y expande los significados de la diferencia sexual podrían intervenir en los procesos tendientes a lograr la paridad de participación de todos los miembros de una sociedad La publicidad generada por las actividades literarias en foros virtuales o en convenciones es una potencial arma contra la tiranía de las relaciones injustas de status social. Estos públicos median entre los individuos y las instituciones culturales de la sociedad; y cuando actúan como contrapúblico su opinión puede llegar a ser un comentario crítico sobre las relaciones y prácticas sociales de autoridad, reciprocidad y obligación que generan infravaloración y exclusión de ciertos sujetos. En términos de sus potencialidades políticas, los de la literatura son públicos débiles porque su práctiva deliberativa consiste en una formación de opinión que tiene pocas chances de repercutir en decisiones vinculantes para el resto de la sociedad. Sin embargo, tienen una fortaleza nada despreciable a la hora de construir un estadio socialmente operativo de reconocimiento, sobre todo cuando actúan como contrapúblico subalterno: la posibilidad de ampliar controversialmente las fronteras de la esfera pública, incorporando mediante su opinión asuntos previamente considerados privados (en nuestro caso de análisis, cuestiones de género y sexualidad). En conclusión, quienes escriben y quienes leen literatura feminista pueden contribuir a lograr la paridad de participación de todos los miembros de sus respectivas sociedades en tanto se organicen y produzcan una opinión que amplíe controversialmente las fronteras de la esfera pública. Esto, por sí solo, ya constituye una práctica concreta de justicia social (el punto B de mi argumentación). A largo plazo, las reconfiguraciones discursivas que la literatura hiciera de estos asuntos podrían llega a formar parte del repertorio del discurso social, lo cual allanaría el camino para una eventual -y, reconozcamos, utópica- transformación de la estructura cultural-valorativa subyacente.