LUQUE CECILIA INÉS
Congresos y reuniones científicas
Título:
Para identificar lo femenino de la escritura firmada por mujeres
Lugar:
Villa Giardino
Reunión:
Congreso; VIII Jornadas Nacionales de Historia de las Mujeres y III Congreso Iberoamericano de Estudios de Género; 2006
Institución organizadora:
Centro de Investigaciones "María Saleme de Burnichón" de la Facultad de Filosofía y Humanidades y el Centro de Estudios Avanzados de la UNC.
Resumen:
Mi ponencia da cuenta de mis esfuerzos por identificar ese mítico mecanismo de enunciación literaria llamado "escribir como mujer", el cual sería responsable por los rasgos "femeninos" de la escritura firmada por mujeres. Analicé dos novelas que tienen en común sólo dos rasgos: la firma de mujer, y la presencia de elementos que se desvían de las pautas que caracterizan a sus respectivos géneros literarios (el policial y la space-opera de la ciencia ficción). En base a esto, se me ocurrió pensar que las anomalías encontradas en los dos textos analizados habían sido producidas por el esfuerzo de utilizar las convenciones del género textual sin reproducir la ideología de género sexual que las sustentan; por el esfuerzo de cambiar algunas de las reglas pero aún así jugar el juego de los géneros literarios. En otras palabras, se me ocurrió que las anomalías eran el resultado concreto de un acto de enunciación situado, posicionado en el género. ¿Qué quiero decir con esto? Digo que, cuando un sujeto mujer se apresta a escribir según las reglas de un género discursivo en particular, debe encarar la triple tarea de posicionarse, evaluar y decidir. Si este sujeto quiere "escribir como mujer", debe insertarse en el campo literario como un sujeto que no sólo habla "desde su género sexual" sino que también tiene conciencia del sesgo epistemológico implícito en toda categoría atravesada por la ideología de género (gender). Es desde este posicionamiento que la escritora interpretará las reglas de juego. Luego, ella debe evaluar la ideología de género sexual que subyace a los elementos constitutivos del género textual, juzgar si tal ideología coincide con aquella que la ha construido como mujer; y en base a eso resolver qué hacer con las pautas literarias. Claro que "lo femenino" que define a una "mujer" es una categoría relacional, variable e inestable, identificable sólo dentro de un determinado contexto socio-histórico e ideológico. Por lo tanto, posicionarse "como mujer" y evaluar desde allí los códigos de un género textual en particular plantea varias opciones: Si la escritora acepta la ideología de género sexual que subyace a los elementos constitutivos del género textual y utiliza dichos elementos tal como han sido pautados, la "escritura de mujer" consistirá en escribir lo que las instituciones han normativizado como "femenino" y del modo que ha sido normativizado como "femenino". Si la escritora rechaza totalmente las pautas de gender implícitas en el genre es muy posible que desista de escribir un texto de tales características, o bien que produzca un texto que aluda al género discursivo sólo por oposición (una parodia, por ejemplo). Pero hay también una tercera opción para la escritora: transformar sólo aquellas pautas del género textual que le resultan ideológicamente conflictivas hasta volverlas compatibles con las categorías de género sexual que la han en-generado. En este caso, van a aparecer "anomalías" en el texto, elementos formales y temáticos que se desvían de las expectativas que el lector tiene a partir de su representación mental del género como texto ideal. Estos elementos anómalos en el enunciado constituyen "lo femenino" de la escritura, y son la huella textual del mecanismo de enunciación "escribir como mujer". En este caso, en el cual ubico los dos textos analizados, "lo femenino" consiste en una différance, es decir, una diferencia que se establece como divergencia crítica de algo previamente dado. Lo previamente dado es la definición falogocéntrica de los géneros sexuales, la cual pauta e impone obligatoriamente lo que el Hombre y la Mujer deben ser, hacer y querer. La divergencia crítica de la enunciación "femenina" se plasma en la búsqueda de otras formas de ser y estar en el mundo, en la concretización de otras representaciones de ser-un-hombre o ser-una-mujer. Llego así a la conclusión de que un mecanismo de enunciación pasible de ser llamado "escribir como mujer" es un proceso que comienza con el posicionamiento del sujeto en el locus de enunciación socio-culturalmente asociado a lo femenino (sea lo que sea lo que se entienda por "femenino"); que sigue con la evaluación de los códigos de un género textual en particular desde dicho posicionamiento; y que termina con la decisión de cómo emplear tales códigos en la producción de un texto individual y concreto. Por su parte, algunos de los rasgos de la escritura "de mujeres" pasibles de ser considerados "femeninos" son las huellas textuales concretas de este proceso. En el caso de los textos de Gorodischer y Bujold, “escribir como mujer” significa que el sujeto de la enunciación ha asumido un posicionamiento excéntrico respecto de la ideología heterosexista de género. Sin embargo, aunque ambos textos han sido producidos desde un locus de enunciación similar, los resultados concretos que aparecen a nivel textual varían. En el caso de Gorodischer, “lo femenino” de su texto se encuentra principalmente en la caracterización de sus personajes femeninos; mientras que el caso de Bujold, “lo femenino” de su texto se halla en la caracterización de su protagonista masculino. Esto prueba que estos textos no pueden ser considerados “femeninos” ni simplemente por la firma de mujer ni por la presencia de ciertos elementos definidos a priori como “universalmente femeninos”, sino por la presencia de los resultados concretos de una negociación concreta: cómo utilizar las convenciones del género textual sin reproducir la ideología de género asociada a las mismas, pero también sin salirse de los límites prescriptos por el modelo narrativo. En suma, todo esto me permite afirmar que la llamada "escritura femenina" no puede ser otra cosa que un constructo relacional, variable e inestable, el cual debería describirse sólo contextualmente como enunciación (praxis pautada por las instituciones del campo literario) o como enunciado (el resultado textual de dicha praxis). En tanto enunciación, "escribir como mujer" consiste en una práctica situada que acepta, adapta o rechaza los paradigmas de los géneros literarios (y tal vez cualquier otro canon vigente). En tanto enunciado, un texto "femenino" es un constructo identificable por una serie acotada de atributos y procedimientos, resultado de un acto específico y situado de enunciación. Estas conceptualizaciones, y tal vez sólo éstas, permitirían decir que "la literatura femenina es tal o cual cosa" sin que esto implique una máxima universalizable sobre lo femenino de la escritura, sino sólo una evaluación contextualizada de lo que significa aquí y ahora escribir como mujer.