El presente artículo tiene como propósito analizar el contexto bajo el cual se produce la innovación educativa, en particular en
Los procesos innovativos exigen mejor formación docente, mayor promoción del aprendizaje, actitudes innovadoras, y en general, la introducción de elementos nuevos o por lo menos innovar a partir de algo conocido o existente, pero con nuevo significado.
La combinación de competencias profesionales superiores del docente, de materiales, de recursos y el compromiso político orientados hacia la innovación, se combinan para ir creando y desarrollando la cultura innovadora necesaria para hacer frente a los frecuentes desequilibrios económicos-sociales, en los que las instituciones de Educación Superior están involucradas como parte de su compromiso sociopolítico y ético.
Resulta entonces imprescindible considerar el rol de la democracia en el rumbo que toma la innovación y de qué forma esta última incide en la democracia. La innovación educativa involucra una multiplicidad de variables a relacionar: institucionales, programáticas, de demanda, de oferta, de recursos.
En este trabajo se trató de establecer el marco en el cual actúan la innovación educativa en Educación Superior y la democracia para nuestro país, determinando que la educación es un motor de democracia, favorece su existencia e impulsa positivamente la innovación, pero por otro lado la innovación retroalimenta favorablemente la democracia.
También se determinó que existe una relación directa entre progreso económico y democracia, y entre educación y democracia. Cuanto más elevada sea la educación de un pueblo es más probable que se apoyen los valores y las prácticas democráticas, la innovación en la educación jugaría un rol potenciador importante en ésta como en la democracia y el desarrollo económico. Consecuentemente se hace necesaria la toma de conciencia de estas relaciones para darle a la innovación en Educación Superior la importancia que tiene.
ISBN 978-950-658-237-1