La clase social, junto con la cultura, los estilos de vidas, es uno de los factores de influencia más importantes en los comportamientos sociales y los del consumidor. El ingreso de lo hogares posibilita el acceso a los bienes y brinda una idea de la capacidad de compra. Estos conceptos muchas veces son confundidos por los hombres de marketing y por quienes desean medirlos. La Asociación Argentina de Marketing en el año 1996 desarrolló un índice de nivel socioeconómico (NSE) tendiente a medir el concepto de clase a partir de una serie de cinco indicadores: educación, bienes, automóvil, vivienda, ocupación. En el 2000, modificó no solo los indicadores a partir de la ?nueva realidad social? sino también, el objetivo del indicador que no es medir clase social sino estimar los ingresos de los hogares (NI), es decir el décil del ingreso al cuál dicho hogar pertenece y hacerlo más próximo a los estudios de Encuesta Permanente de Hogares.
Esta investigación se propone utilizar ambos indicadores sobre la base de dos encuestas efectuadas en hogares de niveles medios y medios bajos de la ciudad de Córdoba en los años 2002 y 2003 por la cátedra de Investigación de Mercados de la Universidad Católica de Córdoba[1] a fin de mostrar las diferencias en las mediciones utilizando ambos indicadores y medir la evolución de consumo en los segmentos medios y bajos de 5 productos de consumo masivo.
