Recientemente, mediciones del tiempo de decoherencia T2 en cristales conteniendo 29Si (espín 1/2 abundancia natural 4.67%), realizadas usando secuencias de pulsos de RMN, mostraron un decaimiento inesperado de los ecos de espín [PRB, 68, 153302 (2003)]. En dichas muestras se observó que en la secuencia de Carr Purcell-Meiboom-Gill [CPMG: 90ºX -(t/2-180ºY -t/2-eco)nveces], los ecos persisten más allá del decaimiento predicho por el experimento de Eco de Hahn (EH), el cual refocaliza interacciones lineales en espín y permite medir tiempos de decoherencia intrínseca. En muestras líquidas es normal observar colas largas en la secuencia de CPMG, para t<<T2 donde se minimiza el efecto de difusión molecular. En sólidos, la interacción predominante es el acople dipolar entre espines nucleares y no se esperan grandes diferencias entre los decaimientos de EH o CPMG, ya que los pulsos de 180º no revierten la interacción dipolar homonuclear. En nuestro laboratorio, realizamos mediciones de EH y CPMG en policristales de C60 para observar la señal de 13C (espín 1/2, abundancia natural 1.108%). En CPMG los ecos muestran persistencia más allá del EH. Comparamos con la secuencia de Carr-Purcell [CP: 90ºX-(t/2-180ºX-t/2-eco)nveces], donde los ecos presentan un decaimiento equivalente al EH. Los experimentos parecen indicar que las coherencias generadas en los experimentos de CP y CPMG son distintas, si bien cálculos sencillos incorporando la interacción dipolar secular y pulsos ideales, generan el mismo observable. Se proponen modelos para estudiar el efecto de los términos no seculares y pulsos no-ideales, en la dinámica de espines durante estas secuencias.