Resumen:
A fines del siglo XX y al inicio de la primera década del siglo XXI, el debate sobre las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y su integración en la educación dependía de si los docentes y estudiantes tenían acceso a computadoras y a Internet, caso contrario, se generaba una brecha digital (Martínez: 2008). Este fue uno de los grandes argumentos que se usaba para explicar la falta de integración de la tecnología a la educación. En la actualidad, el concepto de brecha digital se amplía y no se limitaal acceso de equipos o Internet sino también al desarrollo de habilidades (Enfoques Estratégicos sobre las TIC: 2014). Es por ello que, aún cuando se realizaron grandes esfuerzos a través de programas educativos para proporcionar computadoras y conectar a las escuelas con Internet, la integración de las TIC a la educación no tuvo el impacto esperado cuando sólo se la consideró desde el punto de vista de brindar recursos.