En este trabajo presentaremos el relato de una experiencia que tuvo lugar en dos cuartos años de una escuela media pública de la ciudad de Córdoba, a partir de la implementación de un proyecto de beca de extensión universitaria.
Se trabajó abordando las problemáticas recurrentes entre pares en 4º año, pues se parte de la idea de que la conformación de cursos/grupos nuevos a partir de la elección de orientación curricular dispararía situaciones conflictivas.
A partir de la creación de espacios-taller y mediante técnicas participativas, se propiciaron espacios de reflexión que permitieron abrir un espacio de diálogo acerca de las relaciones interpersonales en la integración del nuevo curso y sobre los modos más satisfactorios de abordar los conflictos que emergen en la cotidianeidad escolar.
Nos posicionamos desde una perspectiva psicosocial, ya que consideramos importante establecer un tiempo para el intercambio, a fin que se puedan manifestar los conflictos grupales, donde sea posible realizar un aprendizaje de la comunicación que permita objetivar al máximo los problemas personales y grupales que aparecen en la convivencia entre pares, y propiciar espacios y tiempos en los cuales los alumnos puedan aprender a escuchar-se y expresar inquietudes y pensamientos.
