?Seguir estudiando?, parece aludir a una continuidad, a la prolongación de una práctica, la de estudiar, pero elude la referencia a las rupturas que puede involucrar el sostenimiento de la misma. Estas rupturas suelen ser más intensas cuando los jóvenes que ingresan a la universidad no son de la ciudad y deben dejar su viejo territorio y trasladarse a ella para poder proseguir sus estudios.
Me interesa particularmente como se configura este pasaje del secundario a la universidad, cuando el estudiar implica ?irse?, es por ello que ?en mi tesis- intento sumergirme en algunas trayectorias de jóvenes de una pequeña localidad del sur cordobés ?que de ahora en adelante llamaremos pueblo.
La construcción del proyecto de ?seguir estudiando?-y dentro de este- el de ?irse para estudiar?, no puede ser comprendido sin apelar a una historia previa de elecciones, interacciones y sentidos construidos en el juego de un entramado social en el que se tejen y se destejen particulares condiciones y estilos de relación con el conocimiento, particulares modos de ser joven. Es sobre este entramado, sobre este espacio y territorio que desarrollaré algunas reflexiones para la presente ponencia.
No sólo se trata de describir un escenario a modo de entender el contexto, sino que por el contrario este contexto se hace texto desde el momento en que las relaciones sociales y culturales que constituyen el mundo cotidiano de las familias en este pueblo, forman parte y son estructurantes de la subjetividad de quiénes allí viven.
Me propongo, aquí, contextualizar y describir las grandes líneas que estructuran la vida social y cotidiana de un pueblo, de éste pueblo en el que han crecido los jóvenes cuyo pasaje a la universidad nos ocupa.