John Fitzgerald Kennedy, Eva Perón, Néstor Kirchner. Líderes. Figuras controvertidas. Demócratas. Católicos. Amados. Odiados. Íconos de la cultura pop. Víctimas. ¿Qué mantiene a estas tres figuras históricas en el imaginario colectivo más allá de las pasiones que despertaron? Sus políticas sociales fueron quizás mucho más ambiciosas de lo que en realidad llegaron a realizar. Murieron en la cúspide del poder y dejaron innumerables promesas incumplidas. Como asignatura pendiente quedaron políticas que juraban que cambiarían el rumbo de la historia.
Lo sorpresivo de sus muertes los elevó al nivel de figuras supra humanas y su ausencia ha sabido inspirar al mundo del arte. Oliver Stone estrenó en 1991 el thriller político JFK. Evita (1996), es un musical (basado en la obra teatral del mismo género de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice) dirigido por Alan Parker. Por último, Néstor, la película es un documental producido en 2012 y dirigido por Paula de Luque. Esta comunicación propone un recorrido por las tres obras para identificar estrategias de creación de personajes en la pantalla.
La historia los convirtió en líderes, pero la ficción los hizo aun más atractivos. No podemos dejar de preguntarnos si estos personajes no son sino productos de mentes artísticas bañados por la pátina del mercadeo comercial de los estudios cinematográficos. Tal vez JFK, Evita y Néstor la película no hicieron mucho por los personajes reales que inspiraron las horas de rodaje, pero quizás hicieron mucho por sus respectivos directores y por las maquinarias publicitarias que los sustentaban.
