El Postmodernismo nos ha dado una nueva forma de leer ficción y todo un corpus para analizarla. Nos hemos finalmente dado cuenta de que la ficción, como indica Carlos Fuentes, ?[no] es más que la expresión de la diversidad cultural, personal y espiritual de la humanidad? (246). Quizás la palabra clave aquí sea ?diversidad,? que como interpreta Marcel Hénaff, ?produce, debido a la hibridación y la combinación y recombinación de sus componentes, nuevas formas de cultura, arte y conocimiento? (1). En 1983, John Rechy escribió Bodies and Souls (Cuerpos y Almas), en la que coexisten una colección de personajes de diverso origen étnico, cultural, social y de género, personajes inmersos en la ciudad de Los Ángeles, un espacio posmodernista en el que estos personajes se desarrollan e interactúan. Bodies and Souls presenta una alta hibridación de personajes que contribuye a hacer de Los Ángeles una ciudad posmodernista, pero a la vez estos personajes utilizan la ciudad como medio para adquirir su propio carácter posmodernista en lo que constituye una simbiosis de retroalimentación constante.
